Por Jesús Michel Narváez
Desde su llegada a la Rectoría de la UNAM, Enrique Graue se comprometió a rescatar el “Che Guevara”. Ya fue redesignado para 4 años más y no ha cumplido lo prometido.
Los sabuesos olfatean la debilidad. La adrenalina tiene olor.
Por eso crecen las agresiones a la UNAM.
Ayer, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, invitó a los universitarios a no caer en la provocación y exigió la investigación a fondo de los hechos violentos de ayer en la explanada de Rectoría, a fin de desenmascarar a los provocadores y castigar a los responsables.
En un mensaje, Graue Wiechers informó que la víspera levantaron las actas correspondientes y están en contacto con las autoridades competentes, a quienes “exigimos la investigación a fondo de los hechos, desenmascarar a los provocadores y el castigo a quienes resulten responsables”.
Al destacar que se han cumplido con las peticiones que han provocado el cierre de planteles universitarios contra la violencia de género y que analizaron otras más que ayer recibió, refirió que en los hechos violentos se manifestaron dos caras de la moneda, en un acto pacífico que concluyó en vandalismo y agresión, hechos que calificó como denigrantes.
Pues sí Cede todo, denuncia, pero la autonomía no permite el ingreso de la policía.
Y algo que no dice: no es la primera ocasión que vandalizan la Rectoría y tampoco que planteles de educación media estén en manos de quién sabe quién
Lo dije hace una semana: si no paran la violencia en la UNAM la bomba puede estallar.
El problema no surge de las filas de estudiantes.
Hoy el rector pide desenmascarar a los provocadores.
El tema de fondo es investigar no a quienes prendieron fuego, rompieron cristales y grafitearon las paredes de Rectoría sino a quienes patrocinan a los encapuchados que se autodefinen como anarcos.
¿A quién le interesa desestabilizar a la UNAM?
Decía el pasado fin de semana en este mismo espacio que con fuego no se juega.
Y alguien está prendiendo la pira en la que se quiere quemar al rector. ¿O hay otra razón para vandalizar la máxima casa de estudios?
Huele a tufo.
Y es aroma de políticos.
Hay quienes creen que los titiriteros trabajan en altos cargos del Gobierno de la Ciudad de México, en el Senado de la República y hasta en la Cámara de Diputados.
Como diría el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera: sigue el dinero y darás con los criminales.
Bajo las actuales circunstancias y ante el agotamiento de la rifa del avión presidencial, podría tratarse de una nueva cortina de humo… mucho humo por los incendios y para no hablar del ISABI, la falta de medicamentos y la crisis económica que se avecina.
No hay que olvidar que la debilidad la olfatean los canes adiestrados. Discursos tibios, acciones tibia, decisiones tibias no resolverán los reclamos de los alumnos, si lo son. La firmeza derrota y domestica a las fieras.
Rector: Usted tiene la palabra. No defienda una posición. Defienda a la Universidad.
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