Por Gerardo Lavalle
Aunque aún no hay fecha para la prese3ntaciónb del paquete de reformas que pretende la Fiscalía General de Alejandro Gertz Manera y que busca “hacer el cambio de fondo” en temas sensibles como procuración y administración de justicia, el grupo parlamentario del PAN en el Senado de la República ya vela armas.
El propósito de los legisladores es construir el parlamento abierto indispensable en relación a la reforma de justicia que se discutirá en el Senado.
Dice un comunicado de apenas cuatro líneas que “el GPPAN se reunió con el Ministro José Ramón Cossío Díaz para escuchar su valiosa opinión”.
Suficiente para que desde el púlpito de Palacio Nacional se cuestione la integridad del ministro en retiro.
En el pasado reciente, fue señalado de estar detrás de la lluvia de amparos que se presentaron en contra de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) a lo que el jurista respondió no tener nada que ver en el tema.
Ahora sí, abiertamente, prestará sus servicios y sus conocimientos a los senadores que entienden la necesidad de ser asesorados por alguien que durante 15 años protegió el cumplimiento de la Constitución.
Los malquerientes de Cossío Díaz seguramente bordarán sobre su carencia de ética al trabajar para un grupo de legisladores que pertenecen a un partido, el único, opositor en el proyecto de la cuarta trasformación.
Sin embargo, el argumento lo tira por la basura la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien durante casi 20 años –fue la ministra con más tiempo en funciones después de la reforma de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de 1994- y abandonó retiro y vivir en la zona de confort para aceptar la invitación del entonces candidato presidencial para incorporarse a su equipo de trabajo.
Consumado el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, la palabra presidencial fue cumplida y doña Olga despacha desde el uno de diciembre de 2019 en el viejo Palacio de Covián.
¿Ahí no hay falta de ética?
Porque si alguien conoce el entramado jurídico y los vericuetos que existen en la Corte es precisamente ella.
Que los senadores del PAN se asesores con alguien que sabe cómo una ley se vuelve inconstitucional, es un acierto. No todos los congresistas tienen el conocimiento para elaborar y rechazar leyes.
Seguramente en la mañanera de este viernes saldrá a relucir el nombre del ministro en retiro. Se entiende que habrá descalificaciones. Y si se omite su contratación, no será por mucho tiempo. Poco vivirá el que no lo vea.