Por Jesús Michel Narváez
Mal le va al que ahorcan en lunes o el martes. Y eso ocurrió con el crecimiento económico de México referido a 2019 y que representó un retroceso de una década.
Con datos tomados de los oficiales que dará a conocer hoy por el INEGI, analistas de las casas de bolsa estimaron que el Producto Interno Bruto (PIB), correspondiente al cuarto trimestre de 2019, registrará una caída del 0.1 por ciento, respecto al trimestre anterior.
Dicen los expertos que de hacerse realidad el pronóstico, el Producto Interno Bruto acumularía tres caídas trimestrales en el año y representaría el primer retroceso desde 2009.
Como otro dato adicional, el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) detalló que la economía mexicana está en fase de recesión y que para salir de ella se necesita una política industrial basada en la promoción del contenido nacional y de lo hecho en México.
Y viene el pero: la reactivación de la economía nacional no llegará del exterior debido a la contracción industrial de Estados Unidos y la recesión de Alemania, así como de situaciones similares en Japón, Corea del Sur, Gran Bretaña y Canadá.
O séase que al gobierno de la Cuarta Transformación solamente le quedan dos fuentes de ingreso: las remesas de los “héroes anónimos” como los llama el presidente y los del turismo que, por desgracia, también va a la baja.
En el caso de las remesas que durante 11 meses fueron mayores comparadas con los meses anteriores correspondientes, el último mostró una reducción que casi alcanzó el 3 por ciento.
Significa que la economía estadounidense, como dicen los expertos, la contracción que registra Estados Unidos ya se siente y se califica.
Ante la realidad económica, aunque el residente de Palacio Nacional tenga otros datos no precisamente de su vecino, el secretario de Hacienda que se encuentra en el ala norte de la edificación en la que vivió el espadachín protegido por la cruz, el panorama económico está más oscuro que un hoyo negro.
Los ingresos por recaudación de impuestos, con todo y las alzan al IEPS que pagamos en combustibles, comida chatarra, bebidas alcohólicas y endulzadas, no alcanzarán para cubrir el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) aprobado alegremente por la mayoría de Morena, aunque no se hayan visualizado y comparado gasto con ingreso.
Que nadie se llame a sorprendido si el temible Sistema de Administración Tributaria (SAT) ahora en manos de Raquel Buenrostro Sánchez, el mismo personaje que como oficial mayor de Hacienda provocó el desabasto de medicamentos al cambiar las claves y rechazar a las farmacéuticas corruptas, aprieta las tueras, aplica el terrorismo fiscal y ahoga a causantes cautivos y hasta a los ambulantes les tocará pagar impuestos en tiempo y forma so pena de caer en chirona por el delito grave equiparado a crimen organizado y sin derecho a fianza.
Las cárceles se llenarán de deudores y ni así se recuperarán los presuntos impuestos no pagados.
Esperemos la respuesta del Presidente, en su mañanera de hoy, porque con el sorteo del avión presidencial con lujos dignos de jeques mexiquenses, no alcanzará para cubrir las tortas de los mítines de apoyo espontáneo. Mal le va al que ahorcan en lunes y también en martes.
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