El Gobierno Federal financiará con recursos públicos la construcción del Tren Maya para no dejar deuda, cuya licitación comienza a nivel nacional e internacional en abril, anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina en Palacio Nacional.
“Aquí no va a quedar deuda, tenemos los recursos, se va a financiar con presupuesto público”, garantizó el mandatario.
“Costaba muchísimo el financiamiento, cuanto tiempo llevaría pagar, 30, 40 años pagando, ese es un invento de los tecnócratas. Nosotros ya tenemos las bases, se abre la convocatoria en los cinco tramos, estamos por lanzar la licitación definitiva para empresas nacionales y extranjeras”, informó.
Solicitó a los participantes en la convocatoria que sean grandes empresas que tengan solvencia económica para no interrumpir la obra.
“Estamos invitando que sean empresas grandes que tengan la capacidad porque también si se detiene que recibieron el anticipo y no están trabajando, aquí lo vamos a decir. Si hacen un buen trabajo le vamos a hacer un reconocimiento nacional, mundial. Pero si piensan que van a hacerles unos como era antes, aquí también vamos a mencionarlo”, advirtió.
López Obrador pidió que quienes participen “obtendrán un negocio con utilidades razonables, sin atracos, sin robos”.
“Estoy pidiendo a los empresarios nacionales y extranjeras, honestidad, responsabilidad, cumplimiento en tiempo, en presupuesto, porque hay malos antecedentes. Ahora la ventaja es que todo esto va a ser transparente y aquí vamos a ir viendo el desempeño de cada empresa, el ‘Quién es quién en la construcción’”, expuso.
Criticó que gobiernos anteriores dejaran endeudados a municipios y entidades federativas con la construcción de obras, como hospitales o torres administrativas cuyo costo se devenga en más de 20 años.
“Cobraban intereses elevadísimos y una obra que podría costar 500 millones, terminaban pagando cinco mil, eso lo crearon los tecnócratas, hay hospitales que todavía se están pagando como el de Zumpango, el Estado de México, está pagando más de 200 millones de pesos durante 20 años”, criticó al señalar que esta forma de operar comprometía las participaciones de los estados y municipios.
“Eran muy malos negocios para la hacienda pública y buenos negocios para los empresarios, constructores con influencias en Hacienda, hablaban a los gobernadores para hacer hospitales, centros administrativos, una torre, ‘te lo construye la empresa tal, te lo autorizamos de las participaciones’, costaba mucho el financiamiento”, expuso.