Por Jesús Michel Narváez
Viajar en el transporte público, Metrobús o Metro en la Ciudad de México, no deja de ser una experiencia difícil de digerir.
Y no, no porque vivamos en otro mundo y estemos acostumbrado al auto particular. Mucho cuenta que se tenga automóvil desde hace décadas. Pero no, no se trata de defenestrar el transporte público. Es una aventura utilizarlo.
Sin conocer las rutas –nadie nace sabiéndolo todo- hay que preguntar cuál va para el sur. Se tiene que aprender a utilizar la tarjeta múltiple y saber cómo recargarla.
Dentro de cualquiera de los dos sistemas hay un denominador común: todos quienes los usan cotidianamente utilizan el celular. Y no importa si hay frenazos o arrancones o si se quedan detenidos en el túnel. Cada quien está en lo suyo.
Hay diferencias entre uno y otro. En el Metro mucha gente con grandes bolsas que contienen mercancías compradas en La Merced –cuando existía- o en la Central de Abasto. En el Metrobús, todo mundo con mochila. Ah, eso sí, trajeados los hombres y difícilmente se observa a una mujer con vestido. Se cuidan y hacen bien.
En el primero siempre hay empujones y los vagones, con excepción de la Línea Dorada, muestran el deterioro. Hay escasez de amabilidad para sus usuarios. En el segundo, muy marcados los espacios. Adelante, color rosa para mujeres; a la mitad hacia atrás, todo gris…
A pesar de los anuncios de los directores (as) del Metro de que no se permitirá el ambulantaje en los vagones, los “toreros” siguen allí. Como el dinosaurio de Monterroso.
Diferente el Metrobús. Quizá en las horas pico se registren los empujones y los arrumacos indeseados. De lo contrario, hay limpieza aunque se comienza a sentir el desgaste de las unidades y se aprecia que los conductores tienen “la pata dura”. Arrancan como si salieran de la parrilla de la Fórmula 1 y frenan como si un cristiano o musulmán, de lo mismo, se hubiera arrojado al carril confinado.
Es, sin duda, una experiencia que se tiene que vivir en algún momento.
E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @jesusmichelMx, Facebook: Jesus Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por ABC-Radio en el 760 de AM.