La generación de 44 mil millones de dólares de valor económico, equivalente a más de la mitad del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, es moderadamente o altamente dependiente de la biodiversidad y sus servicios, por lo tanto, está en riesgo por la pérdida de la naturaleza.
De acuerdo con la investigación realizada por el Foro Económico Mundial y la red multinacional de servicios profesionales PwC UK, encontraron que la construcción (4 mil millones), agricultura (2.5 mil millones), así como alimentos y bebidas (1.4 mil millones) fueron las tres industrias más grandes dependientes de la naturaleza.
El Nuevo Informe de Economía de la Naturaleza publicado hoy indica que estas industrias son las que mayormente extraen recursos de los bosques y océanos, o requieren servicios ecosistémicos como suelos saludables, agua limpia, polinización y un clima estable.
A medida que la naturaleza pierde su capacidad para proporcionar tales servicios, la construcción, agricultura y los alimentos podrían verse afectados significativamente.
Las revelaciones del estudio se dan en un momento crítico, ya que la ciencia sugiere que aproximadamente el 25 por ciento de las especies de plantas y animales evaluadas están amenazadas por acciones humanas, mientras que un millón se encuentran en peligro de extinción.
Además, el informe del Foro Económico Mundial encontró que muchas industrias tienen importantes «dependencias ocultas» de la naturaleza en su cadena de suministro y pueden estar en mayor riesgo de lo esperado.
Estas son las relacionadas con productos químicos y materiales; aviación, viajes y turismo; bienes raíces; minería y metales; cadena de suministro y transporte; y venta minorista, bienes de consumo y estilo de vida.
Sin embargo, señala que existe un potencial de beneficio mutuo para la naturaleza, el clima, las personas y la economía si los actores económicos y empresariales pueden responder con urgencia en su protección y restauración.
El informe manifiesta que es probable que los costos aumenten para las empresas que no incluyen la naturaleza en el núcleo de sus operaciones empresariales, por lo que las compañías que ignoran esta tendencia se quedarán atrás, mientras que las que han adoptado esta transformación explotarán nuevas oportunidades.