Por Jesús Michel Narváez
Genio y figura hasta la sepultura.
Así es y así será Andrés Manuel López Obrador.
Escuchar su “mensaje de año nuevo” me produjo irritación y hasta nauseas.
¿Cómo es posible que hable del bienestar de los mexicanos?
¿Cómo se atreve a utilizar una fecha en la que se felicita a quien se quiera y hable de sus programas de gobierno?
En un video grabado en la zona arqueológica de Palenque, en donde su ubica su finca “La Chingada”, expresó su verdad, porque es la suya no la de los mexicanos, y en ella pone por delante sus “éxitos” sin reconocer que nos debe y mucho en su primer año de gobierno.
No habló del número de muertos. Tampoco del elevado desempleo. Menos aún de la inseguridad y violencia que laceran al país, todo.
No. Habló de sus maravillosos programas sociales que han beneficiado “a millones de mexicanos” y que forman su ejército electoral para el 2021.
El presidente presume “sus logros” y evitar hablar de sus fracasos.
Su prédica muestra la intolerancia. La misma que criticó toda su vida de expriísta. Porque antes todo era miel sobre hojuelas.
Me pregunto con toda la seriedad del mundo si no se cansa de mentir.
Como todos los humanos –aunque creo que él no lo es sino que representa al nuevo Mesías que nos llevará al Paraíso prometido- López Obrador debería asumir una postura de autocrítica… pero al no ser humano es imposible que lo haga. Es perfecto. Los demás son impuros, casi herejes a sus postulados, enemigos para siempre.
Presidente López Obrador: no use las fechas apolíticas para lanzar sus mensajes doctrinarios.
Preséntese como Jefe de Estado y no abuse de la bondad de los mexicanos.
En su “mensaje de año nuevo” omitió, por ejemplo, la crisis con Bolivia que si bien es un país sin la fuerza para reclamar, es soberano y libre: no recordó cómo sus colaboradores han sido señalados de corruptos y a ellos les brinda el perdón; se le olvidó decir que a lo mejor el 2020 se convierte en el parteaguas de la violencia y la criminalidad.
Presidente López Obrador: ¿por qué no habló de las miles de familias a las que dejó sin empleo por su presunta austeridad republicana que cae por tierra con los gastos para traer a México a su amigo Evo Morales?
¿Qué bienestar le ha dado su gobierno a miles de mexicanos que han perdido familias enteras gracias a su política de abrazos y no balazos?
Como diría Francisco, el Papa, su ego, el suyo López Obrador, supera y con mucho al de los argentinos. Y eso ya es decir.
En lo personal, nada tengo que agradecerle así que su mensaje de año nuevo lo único que me generó fue irritación e impotencia por no saber cómo hacerlo que escuche, lea, se entere de que además de usted, somos millones de mexicanos sin beneficios que usted otorga con el dinero nuestro, el de los contribuyentes.
De verdad: ¡Ya cambie de disco, se está rayando!
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