Por Alberto F. Mena Mallén
La esperanza en la 4 T, luego de un año y un poco más de las elecciones con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, comienza a desvanecerse. Este comentario no surge de ser fifí o chairo, o por ser prensa criticona o no querer un cambio en el país, sino viene de muchas personas que ahora, al ver tantos descalabros y contradicciones en el actual gobierno federal, comienzan a dudar de que no nos hará verdaderamente felices, felices o muy felices o cuando menos no desgraciados.
Claro, existe el beneficio de la duda ya que para realmente lograr deshacer tantas tropelías e irregularidades que se han cometido en tres gobiernos sexenales anteriores, no es fácil, eso se reconoce, pero de esto a que realmente se pueda dar el cambio en seis años, está verdaderamente complicado, ni que fueran chilaquiles, argumentan. Pero la prisa por cumplir las promesas de campaña hace que las decisiones que se toman no sean las más adecuadas y las más correctas.
Son muchas las desesperanzas que comienzan a hervir entre los mexicanos. Primero, el aferrarse en cancelar el aeropuerto de Texcoco con tal de darle en la torre a los instrumentistas del neoliberalismo en México, y también, a sus seguidores de los 3 gobiernos federales anteriores a la 4T que con esta magna obra buscaran beneficios personales y de grupo que ni Obama ni Trump hacen a lo descarado.
Se comentó mucho que hubiera, -aunque indican que este verbo no debe de existir-, sido mejor castigar a quienes cometieron tropelías con la construcción de esta obra y continuarla, que tomar una decisión personal y nada agradable para ciertos grupos que conocen del tema y quienes señalan que no será la mejor decisión, aunque el tiempo lo dirá.
Los objetivos que se plantearon con la edificación en Texcoco, fueron el de que México se modernizara y creciera como se señaló cuando se dio a conocer el proyecto, lo que, según se dijo, generaría miles de oportunidades para todos, hasta para quienes se aprovecharon de la situación, quienes debieron haber sido sancionados si se les encontrara irregularidades.
Luego, el imponer una terminal aérea capitalina en zonas donde aún no se ha comprobado que será lo mejor para los mexicanos y zonas aledañas, con afectaciones para pobladores que habitan en sus cercanías. Hay quienes dicen que será una obra mediocre comparada con la de Texcoco, no se piensa en grande, reiteran. La inauguración del aeropuerto más grande del mundo en China, que se anunció hace unos días, provoca coraje porque hay países que avanzan con estas decisiones, que aquí se planifican mal y rápido.
Lo mismo sucede con el Tren Maya, del que se hablan maravillas y negatividades que no se explican adecuadamente y en donde la polarización se da a todo lo que da. Hay quienes opinan que dicho ferrocarril será para mejorar la economía de la región, con el turismo y explotar sus riquezas naturales que existen en su trayecto, pero no se aclara cómo se evitará destruir la riqueza natural y que por ello puede traer más perjuicios que beneficios.
A simple vista se puede señalar que una obra de esta magnitud puede mejorar la calidad de vida de las personas que habitan sus cercanías, pero hasta la fecha nada se dice de todo lo que puede acarrear este Tren Maya. Y la decisión de construirlo se edificó en una consulta popular muy criticada. Ahora resulta que el tener parado el avión presidencial cuesta igual que ponerlo en operación. Chale, ahora sí que se están despepitando estas malas decisiones de la 4T.
La elección de entregar directamente los apoyos a los beneficiarios de muchos programas instrumentados por los neoliberalistas, que bien o mal ayudaban a miles de familias, ha generado muchas críticas que poco han importado al presidente de la República, quien sigue directo sin quitarse para cumplir sus propósitos de mejorar a las familias mexicanas, afectando a miles.
Uno de esos apoyos, el de los “ninis”, que reciben 3 mil 600 pesos al mes para que se alejen de malos pensamientos y malos hábitos, provocó comentarios negativos, como el de que estos apoyos se hayan retirado a estudiantes de medicina, con una cantidad menor y que de verdad los ayudaba en su crecimiento profesional y que realmente sirven más a quienes atienden que los “ninis”, que solo se dedican a ver por sí mismos.
En una consulta con un internista en el IMSS, le pregunté de cómo les iba con esta administración y su respuesta me sorprendió: “mal, vamos de mal en peor” y por qué, lo interrogué, y fue cuando me explicó lo de los apoyos a los futuros doctores y de los que la 4T entrega a quienes el presidente desea sacar de su situación, sin otro propósito que entregarles dinero para que piensen distinto a muchos mexicanos que realmente desean prosperar, pero sin apoyos.
Incluso, existe una copia de un memorándum en una de las ventanillas de un módulo de atención a derecho-habientes, en donde se les solicita llevar recipientes para que el Seguro Social envíe muestras que recaba de los pacientes para su análisis posterior. En dicho escrito se señala que, al no tener en existencia, ellos deben de traer consigo los propios envases.
Lo anterior contrasta con los anuncios del primer mandatario en el sentido de que la medicina pública será gratuita para todos los mexicanos y será igual a la de los países más avanzados. Igualmente reconocemos que en un año es difícil lograr dichas metas, pero lo que se observa es que no hay planeación ni metas que permitan llegar más rápido a estos propósitos que se desean.
Hay muchos ejemplos de las contradicciones en las que está cayendo la 4T. Una persona presumió –que nada tiene que ver con finanzas o economía-, a su familia que acababa de ingresar a la Secretaría de Hacienda como coordinadora de alguna área y que encabezaba a varios empleados. Otra persona comentó que tardó 10 años de su vida para llegar a ese puesto y que ahora quienes se emplean en esa dependencia llegan sin experiencia, sin un título afín al área, y muy jóvenes que no tienen la capacidad y el criterio para ejercer dicha función, pero eso sí, son muy honrados, que es lo que busca este gobierno federal, dejando a la deriva otros objetivos que también importan.
fermallen@gmail.com