*“La Noche que Ladran los Perros”, se Celebra en Camboya
*En Malasia, Bañan de Dinero a Votantes Desde un Helicóptero
Por Nidia Marín
Desde ahora los partidos políticos se preparan para detectar con mayor precisión si se cometen fraudes electorales. El INE también. Sobre todo, después de que en el congreso no cambiaron la ley para recortar presupuestos a estas instituciones políticas.
Si bien en el mundo los fraudes electorales se han ido reduciendo, aún quedan países, como Bolivia, en América Latina (entre otros), donde se practican. Así lo dio a conocer la OEA apenas hace unos meses.
Pero recordamos que, en 2008 Frederic Charles Schaffer y Andreas Schedler investigaron los procesos electorales en varios países y afirmaron que conforme más naciones introducen elecciones competitivas, se multiplican los informes de compra de votos.
En cuanto al dinero contante y sonante que en aquellos procesos se había repartido, dependiendo del sapo era la pedrada. México, evidentemente, estaba en la lista.
Pero en otras naciones en aquel tiempo sucedía que: en Manila se entregaron 30 pesos por voto, es decir 60 centavos de dólar (de aquel tiempo); en Kuwait, 3,000 dinares, es decir, ¡10,000 dólares!; en Tailandia, 678 bath que significaban 27 dólares; en Grecia, 16 dólares; en Rusia, de 50 a 100 rublos o de 2 a 4 dólares; en México (en el 2000), de 200 a 500 pesos, esto es de 25 a 50 dólares por voto.
Pero ellos explicaban otras formas de seducir a los votantes: en Camboya, aseguraban los expertos, en la denominada “noche que ladran los perros”, los empadronadores “se escabullen de una casa a otra en la oscuridad de la víspera a la elección”; mientras que, en una elección en Malasia, los votantes son abiertamente bañados con dinero desde un helicóptero.
En Tailandia, los compradores de votos hacen “donaciones” generosas en las bodas. En otros lugares, se entregó dinero como préstamos condicionales, se envió en giros postales o se pagó con generosos esquemas de lotería y juegos de bingo”.
Y al referir la historia de la compra de voto, hablaban de la Roma antigua, especialmente durante la república tardía, donde se llamaba ambitus, así como de Inglaterra, donde los candidatos “invitaban” a los votantes a comer y beber allá en los años de 1660.
“La compra de votos también estuvo presente en el nacimiento de la democracia estadounidense. Incluso antes de la Declaración de Independencia, se compraban votos, frecuentemente con bebidas intoxicantes, una práctica que se conocía como “embriagar a los colonos con bumbo”, precisaron.
Entre quienes embriagaban a los votantes estuvo George Washington. En su primera contienda por la Cámara Baja de Virginia en 1758, compró 160 galones de ron, vino, cerveza y sidra para invitar a 391 votantes y sus parásitos”.
Al trasladarse al 2008, los autores del trabajo, expresaban: “En años recientes, han llegado informes creíbles de compra de votos de todas las regiones del mundo. En Asia (India, Taiwán, Japón, Tailandia, Malasia, Camboya, Mongolia, Indonesia, Filipinas, Corea del Sur) hasta África (Benin, Níger, Kenya, Zambia, Senegal, Marruecos, Zimbabwe, Nigeria, Santo Tomé y Príncipe).
En Europa y los estados sucesores de la antigua Unión Soviética: (Grecia, Rusia, Ucrania, Armenia, Bulgaria, Macedonia)
Medio Oriente: (Yemen, Kuwait, Líbano).
América Central y del Sur (Perú, Belice, Brasil, Chile, Panamá, Guatemala, Colombia, Venezuela, Argentina).
América del Norte: (México, las provincias de Québec y Nueva Escocia en Canadá, y los estados estadounidenses de Georgia, Florida, Michigan, Kentucky, Indiana, Illinois, Mississippi, y Virginia Occidental).
En México había (¿o hay?) de todo siempre: robo de materiales electorales, boletas mutiladas, padrones inflados, urnas embarazadas, “ratón loco”, “operación tamal”, “tacos de votos”, “Panzas de Yegua”, Cucarachas, Escaleras, Trompos y “Mamá Tlacuache” (acuñada en Veracruz).
De los más recientes fraudes (2019) está el de Bolivia. De acuerdo a la OEA en sus “Conclusiones de los hallazgos preliminares”:
“En los cuatro elementos revisados (tecnología, cadena de custodia, integridad de las actas y proyecciones estadísticas) se encontraron irregularidades, que varían desde muy graves hasta indicativas”.
En otro párrafo decía:
“La existencia de 1.575 actas TREP en el cómputo final, corresponde a un aproximado de 350 mil votos. El margen de victoria en primera vuelta es menor a 40 mil votos. Por lo tanto, una irregularidad de estas dimensiones es determinante para el resultado. Por estas razones el equipo auditor no puede validar una victoria en primera vuelta.
“Las manipulaciones al sistema informático son de tal magnitud que deben ser profundamente investigadas por parte del Estado boliviano para llegar al fondo y deslindar las responsabilidades de este caso grave. La existencia de actas físicas con alteraciones y firmas falsificadas también impacta la integridad del cómputo oficial. De 176 actas analizadas de la muestra que habían sido escrutadas en Argentina, el 38,07% presentan inconsistencias con el número de ciudadanos que sufragaron. Es decir, las actas reflejan un número mayor de votos que el total en las listas índice”.
Además, precisa:
“El equipo auditor no puede validar los resultados de la presente elección, por lo que se recomienda otro proceso electoral. Cualquier futuro proceso deberá contar con nuevas autoridades electorales para poder llevar a cabo comicios confiables.
“Finalmente, el equipo de auditores seguirá procesando información y las más de 250 denuncias recibidas sobre el proceso electoral de cara al informe final, el cual contendrá una serie de recomendaciones. Sin embargo, los hallazgos preliminares son contundentes”.
Y Evo Morales dejó el poder con rumbo a México, de donde salió por piernas hacia Cuba y hoy está en Argentina.