Por Iván Ruiz Flores
Todo es especulación, porque la información brilla por su ausencia. A lo mejor es cierto que no hay vacunas contra la Influenza. A lo mejor es mentira, pero se desconoce dónde se están aplicando y además de los niños menores de cinco años, en México son 13 millones 900 personas, mayores de 60 años (adultos mayores, de los cuales 6 de cada 10 son mujeres) cuya vida está en riesgo en este 2019.
Todo lo que se había ganado en los últimos años en materia de responsabilidad para evitar epidemias en esa materia se tiró por la borda desde hace un año. ¿Qué pasó? Se desconoce. Es uno de los secretos mejor guardados. Ojalá no tengan y tengamos que arrepentirnos.
Sólo hay que ver: “La primera pandemia del siglo XXI fue causada por el virus A (H1N1pdm09), tuvo a México como epicentro en el año 2009 y generó hasta el primer trimestre de 2010, más de un millón de enfermos en el mundo y 75 mil en México, con una tasa de mortalidad del 1.66%. En el caso de los virus que provocan influenza estacional, los grupos de riesgo suelen ser niños menores de 5 años y personas mayores de 65, mientras que algunos virus pandémicos, como A(H1N1)2009 y A (H5N2), presentan una predisposición por los de 30-40 años”.
De tal manera lo plantean la doctora Laura A. Palomares (investigadora del Departamento de Medicina Molecular y Bioprocesos del IBT-UNAM), Esmeralda Cuevas Juárez (estudiante de doctorado en el mismo laboratorio) y el doctor Constantino López Macías (de la Unidad de Investigación Médica en Inmunoquímica UIMIQ, del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS).
En un trabajo publicado en el número 19 de la Revista de Biotecnología en Movimiento, del Instituto de Biotecnología de la UANM, señalan que “…la vacunación es una de las estrategias más importantes para la prevención de esta enfermedad”.
Precisan sobre las vacunas contra la influenza que las disponibles en el mercado “se producen utilizando huevos embrionados de pollo para producir virus que posteriormente son inactivados. Su constitución incluye cepas del virus de influenza tipo A, H1 y H3, y a dos subtipos del virus tipo B. Estas vacunas pueden proteger de manera efectiva contra las cepas virales con las que son fabricadas; desafortunadamente, el virus muta durante su propagación en el huevo, por lo que frecuentemente la cepa producida es diferente a la que había sido seleccionada para fabricar la vacuna”.
A juicio de estos especialistas, “…es necesario desarrollar nuevas tecnologías para la producción de vacunas más seguras y eficientes. Una alternativa es el uso de vacunas recombinantes, como las vacunas de hepatitis B y virus de papiloma humano que ya están en el mercado desde el siglo pasado. En 2014 se aprobó por la Administración de Alimentos y Medicamentos en Estados Unidos (FDA, Food and Drug Administration) la primera vacuna recombinante contra influenza, que fue aprobada en México en 2015”.
También especifican: “…Se ha demostrado que esta vacuna es más eficiente en personas mayores de 50 años que la vacuna tradicional fabricada en embriones de pollo. Con la tecnología del ADN recombinante sólo se necesita la secuencia de la hemaglutinina o de otra proteína viral para producir la vacuna. No es necesario el manejo de los virus patógenos. Adicionalmente, el tiempo de producción de la vacuna es mucho más corto.
Y resaltan también:
“La influenza sigue siendo un enorme reto de salud pública a nivel mundial, por lo que es de suma importancia sustituir la tecnología de producción de vacunas contra influenza actual, por tecnologías más eficientes. Igualmente, es necesario el desarrollo de nuevas vacunas que permitan enfrentar los brotes epidémicos y pandémicos de manera más rápida y efectiva y evitar la pérdida de la gran cantidad de años de vida y afectación a la salud de la población que provoca la influenza.
“Es importante considerar que el uso indiscriminado de antivirales resulta en la rápida aparición de cepas de influenza resistentes, lo que dificulta el tratamiento de pacientes infectados, en particular de los sectores de mayor riesgo, como son los niños y ancianos. Es por esto que la vacunación debe ser la medida de prevención más importante”.
Tienen razón, por lo tanto, señor Presidente, señor secretario de Salud ¿por qué no hay vacunas si en octubre dijeron que se habían adquirido 32 millones de las mismas? ¿Fue otra de las constantes mentiras para salir del paso de esta administración?