Relación con los Ecosistemas, Turismo Rural y los Incendios en California

Itinerario Turístico

Por Arturo Lino Guzmán

VALLE DE BRAVO, Edo. de Méx.- En la Séptima Edición de Turismo de Aventura México (AdventureTourism) ATMEX, celebrada en esta ciudad, quedó demostrado que sin la participación de los dueños de los recursos naturales en el diseño e implementación de proyectos para ejecutar actividades turísticas que atraigan a los visitantes sería poco probable que las experiencias se lleven a cabo con éxito y terminarían en fracaso.

Durante las diferentes conferencias magistrales, exposiciones y paneles de expertos nacionales e internacionales, realizados en la Casa de Cultura de Valle de Bravo, se planteó que el turismo de aventura, de naturaleza, el ecológico y el llamado turismo rural no será exitoso si en los planes no se toma en cuenta a los propietarios de los recursos, ya que ellos tienen una estrecha relación con los ecosistemas y saben cómo conservarlos.

Es claro que México es un país privilegiado por los recursos naturales que posee, pero es necesario generar las condiciones para atender los diferentes aspectos que tienen que ver con este segmento que deja importante derrama económica en las comunidades que son las poseedoras de los recursos naturales para el turismo de aventura y que cuentan con un enorme potencial.

Es muy cierto que para desarrollar este tipo de turismo es fundamental la participación de quienes habitan los lugares con el medio ambiente y aun cuando se destinen cuantiosos recursos no se podrá tener el mismo resultado de no involucrar a las personas adecuadas.

El tema de Turismo de Aventura en las áreas protegidas permitió darnos cuenta de la situación de vulnerabilidad en la que estamos inmersos si no cuidamos el patrimonio natural, pero lo destacado es que se dio a conocer un importante número de proyectos e iniciativas de mujeres y hombres de todas las edades comprometidos con el medio ambiente y que hacen esfuerzos, sin recursos para rescatar los ecosistemas y, por consecuencia, para su protección.

Rolando Rodea, especialista en proyectos de turismo de aventura, recordó, para ejemplificar la importancia de involucrar a la comunidad en la planeación de productos turísticos, el caso de California, que cuando llegan los colonizadores a esa parte del territorio, se dieron cuenta de la riqueza natural de la región y realizaron planes. Todo sin la participación de los nativos, quienes tenían una estrecha relación con la flora y fauna del lugar, además de que poseían el conocimiento y el comportamiento de la naturaleza.

El resultado de ese “olvido” fue que los planes conservacionistas que se elaboraron alteraron los ecosistemas lo que trajo como consecuencia que esa riqueza se olvidara e incluso se perdiera con el paso del tiempo. Los efectos se pueden ver en la actualidad con los grandes incendios que se registran en aquellas zonas del país vecino del norte y que están cambiando el panorama natural.

Comentó que el cuidado de las áreas protegidas no necesariamente son una garantía de que se van a conservar los recursos naturales y las actuales condiciones en las que se encuentran, si se margina a la gente que tiene una relación socio-ambiental, se pueden perder muchos bienes naturales. Son los habitantes del lugar los que saben de las condiciones del lugar que permiten que los recursos naturales se mantengan.

El experto señaló que el tema de las áreas protegidas no tiene que ver nada más con algo ecológico o biológico, sino con el conocimiento profundo del comportamiento de la fauna y flora; es una relación entre el ser humano y el entorno natural, porque no hay un proceso social que no involucre un proceso ambiental.

“Las áreas protegidas no son un aspecto únicamente del gobierno y no es un asunto institucional, es donde realmente se protegen los recursos, no en el papel, sino en la realidad, es un asunto que trasciende la línea gubernamental”, afirmó.

En síntesis, las áreas protegidas deben involucrar a todos, especialmente a quienes tienen que ver con el turismo para hacer que los recursos naturales sean un atractivo para los visitantes y son las personas que viven en esos lugares los que tienen el conocimiento, es decir la cultura del entorno, porque ellos han observado por cientos de años, a través de generaciones, a la naturaleza.

En México hay 90 millones de hectáreas protegidas donde viven 3.3 millones de personas; hay 50 reservas  de la biósfera y las autoridades tienen 740 proyectos en esos sitios en los que se busca no vulnerar la situación de los lugares donde se piensan realizarlos.

En tanto, Maurici Carbó, Director de Sport Tourism Consulting, de Barcelona, España, al presentar la ponencia “Gestión de Destinos y las tendencias de Comercialización en Turismo de Aventura”, expuso que quienes planifican viajes deben tomar en cuenta las tendencias de los nuevos turistas. Ahora, afirmó, muchas personas prefieren viajar solas y que hay un crecimiento de viajes de mujeres solas o en grupo. Actualmente, los turistas quieren tener una “inmersión” con las personas de las comunidades que visitan y existe un creciente interés por el turismo en bicicleta (Trail Tourism), es decir, cada vez las personas quieren viajar sobre dos ruedas.

Correspondió a Gerardo Camarena, alertar a los prestadores de servicios turísticos de aventura sobre los riesgos que se encuentran al no contar con seguros de responsabilidad civil y personales, ya que un 80 por ciento de las empresas relacionadas a las actividades de este segmento, no lo tienen y eso complica la situación en caso de algún percance.

Otra conferencia que llamó poderosamente la atención fue la de Marcela Quiroz, directora de Topking Conservation en los Parques Naturales de la Patagonia, que es una iniciativa donde están involucrados 17 parques nacionales de Chile y Argentina e involucra a 60 comunidades que existen a lo largo de 2 mil 800 kilómetros y con 11.5 millones de hectáreas protegidas.

Fue la iniciativa privada que forma parte de esa fundación, la que compró grandes extensiones de terreno, los recató, los cuidó y una vez que lograron regenerar el entorno, los entregaron a sus gobiernos, en el entendido que serán los habitantes de esos parques quienes tendrán a cargo el cuidado de los recursos.

A pregunta de Misión Política, la especialista señaló que el modelo implementado en esos países puede replicarse en otros de acuerdo a las condiciones que tengan, pero lo importante es que debe entenderse que la participación de las personas, de las comunidades es fundamental para que no se alteren los ecosistemas.

El hecho es que, como lo expresó Antonio del Rosal, director de ATMEX, el trabajo a realizar es colectivo, pero es importante que estén involucradas las personas de la comunidad para que tengan el manejo de sus recursos pues de otra forma no se darán las condiciones para mantener el equilibrio natural toda vez que ellos conocen su ambiente y entorno natural.

El tema es amplio, por lo que en las siguientes semanas seguiremos dando a conocer las interesantes intervenciones que se hicieron en el evento y algunos proyectos que personas emprendedoras -principalmente jóvenes- realizan sin recursos, con voluntad y visión a futuro para que México sea una potencia en turismo de aventura, mediante la conservación de sus ecosistemas.

 

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