“Guasón”

Del Cine y las Leyes

Los Motivos del Lobo

Por Horacio Armando Hernández Orozco

“Guasón” (“Joker”), película criminal basada en el personaje de DC Comics Joker; dirigida por Todd Phillips, protagonizada por Joaquin Phoenix (Arthur Fleck-Guasón), Robert De Niro (Murray Franklin), Zazie Beetz (Sophie Dumond), Bill Camp (policía del Departamento de Policía de Gotham City), Frances Conroy (Penny Fleck), Brett Cullen (Thomas Wayne) y Dante Pereira-Olson (Bruce Wayne); la película se estrenó el 31 de agosto de 2019 en la 76° edición del Festival de Cine de Venecia, donde obtuvo el León de Oro a la mejor película.

MAL EMPIEZA LA SEMANA…

Arthur Fleck sueña con ser comediante de stand up, pero no cuenta con la gracia debida, así que debe conformarse con su trabajo de payaso, sin que nadie le respete, al grado tal de que unos pre adolescentes le roban el cartel de una tienda y le dan una paliza.

Esta escena funciona para que desde el inicio el espectador advierta que el personaje central es un citadino más, nada extraordinario, sino por el contrario, todo indica que es un hombre sencillo, sin pretensiones, ni maldad alguna.

La mayoría de los delincuentes que son asesinos seriales llevan una doble vida, públicamente aparentan ser buenas personas, pero en privado realizan crímenes atroces, como lo fue el payaso Pogo, que amenizaba fiestas infantiles y hacía servicio comunitario, pero fue responsable de la violación y muerte de 33 personas; de hecho, el maquillaje que utiliza Arhur Fleck es muy parecido al de Pogo.

LAS ARMAS NO TIENEN LA CULPA, PERO SUS PORTADORES SÍ

Los demás payasos que trabajan para el pequeño negocio conocido como Ja Ja, se enteran de lo sucedido a Arhur, a quien consideran como un tipo raro, su compañero Randal le da un arma de fuego, para que se defienda.

Arthur asiste a un hospital infantil a dar un show, la ingenuidad del personaje es a tal extremo que resulta increíble pensar que llevara un arma a ese lugar, pero así es, y estando bailando se le cae, razón por la cual es despedido; de regreso a casa, aún con la pintura de payaso en su cara, en el metro tres jóvenes molestan a una mujer, Arthur comienza a reír en forma descontrolada, los tipos piensan que se burla de ellos, y lo golpean brutalmente, pero él saca el arma y los mata.

Aquí puede pensar el espectador que hay una reacción normal y hasta justificada, pues está siendo agredido por tres personas que obvio le superan en número, pero su verdadera intención no es defenderse sino matar, ya que uno de los agresores está tratando de huir y Arthur prácticamente lo caza.

La escena basada en el hecho real sucedido en 1984 en el metro de Nueva York, en que Bernard Goetz le disparó a cuatro afroamericanos alegando que lo querían asaltar; a Bernard se le consideró como un héroe, como el vigilante del metro, hasta que el Gran Jurado lo procesó y condenó, pues se comprobó que se trató de un crimen de odio.

De hecho, en la película, Thomas Wayne, un filántropo multimillonario postulado para alcalde de Gotham, habla a favor de las víctimas y condena el crimen, pero la opinión popular cree que la persona que mató a estos jóvenes, debe ser tratado como un héroe al haber acabado con tres opresores de los desvalidos.

LA GOTA QUE DERRAMÓ EL VASO DE AGUA

Penny Fleck, madre de Arthur, escribe cartas dirigidas a Thomas Wayne, pidiendo ayuda, pero nunca obtiene una respuesta; Arthur se entera de que Thomas es su padre, por lo que acude a su Mansión, en donde conoce al pequeño Bruce, pero es corrido del lugar; posteriormente, logra colarse a una función exclusiva de cine, ubica a Thomas y le dice que es su hijo, pero éste le contesta, que eso no es cierto, que su madre está loca, pues es adoptado.

Esta confesión hace que el personaje central se sienta traicionado una vez más, pues ha sido golpeado en dos ocasiones, ha perdido el trabajo, ha matado, nadie lo comprende, le cuesta trabajo relacionarse y la única persona en quien confiaba le ha mentido, pero lo peor está por venir, pues descubre que todo eso es verdad, y que de niño sufrió maltrato por las parejas que tuvo su madre adoptiva.

Después de haber matado a los jóvenes en el metro, Arthur se siente liberado, lo cual lo demuestra al bailar, de hecho cada baile en él es un reflejo de alivio, ahora decide matar a su madre y vuelve a sentir ese alivio acompañado de un baile.

El vaso de la razón ha sido rebasado, no sólo para Arthur, sino también en el conglomerado social que se siente defraudado y pisoteado por las autoridades, tan es así que el payaso asesino del metro, es el ícono de esta revolución urbana al grito unísono de: “Todos somos payasos”.

EL ÚLTIMO SHOW Y EL INICIO DE UN CRIMINAL

Murray Franklin, un exitoso presentador de televisión, se ha burlado de Arthur en su programa, pero ha recibido tal cantidad de llamadas y cartas solicitando la presencia del fallido comediante, así que Arthur es invitado al programa; previo baile liberador, asiste pintado de payaso; ya convertido en el Guasón confiesa, sin arrepentimiento alguno, que mató a los tres del metro, pero si el hombre tirado en la calle hubiese sido él, lo hubieran pisoteado sin miramientos, que la falsa sociedad determina lo que es bueno o malo, lo que es gracioso o no, en pleno show y en cadena nacional mata a Murray.

Arthur es el fiel reflejo de los olvidados, es un hombre que afronta la crueldad y el desprecio de la sociedad junto con la indiferencia de un sistema que le permite pasar de la vulnerabilidad a la depravación; que descubre que la vida es una mala broma para la gente como él.

Está lleno de resentimientos, lo han engañado, lo han defraudado, lo han abandonado, pero advierte que en el caos está el orden deseado, y frente a una sociedad corrompida de valores le será fácil sobrevivir al margen de la ley.

La cinta es una crítica frontal al hombre de la sociedad posmoderna, carente de valores que enfrenta una crisis de identidad y pertenencia en todas las dimensiones del ser humano, lo que provoca un punto de quiebre al no encontrarle un sentido trascendente a su vida.

La escena de los disturbios en la ciudad de Gotham muestra como un hombre con daño cerebral, que nunca ha triunfado, que sin proponérselo se convierte en líder de una sociedad, que al igual que él, está resentida, que también culpa a los otros de sus desgracias, muestra el nacimiento de un criminal, pero ¿acaso se requerirá de líderes así para arreglar este mundo?

La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…

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