Por Jesús Michel Narváez
Científica, como dice su currículum vitae y no tengo por qué dudar de su contenido, revela que Claudia Sheinbaum Pardo es física y por tanto debe manejar las matemáticas a la perfección.
De ahí que me brinque su afirmación de que en la marcha de los taxistas solamente participó el 0.4 por ciento del padrón registrado en la Secretaría de Movilidad, que tiene 105 mil concesionarios.
Si a sus cifras me atengo, entones habrían participado unos 420 conductores del servicio de taxis en la Ciudad de México.
Una fotografía publicada desde los altos de algún edificio ubicado en Reforma y que captó la concentración de vehículos alrededor de la Glorieta del Ángel, muestra cuando menos mil unidades. No las conté una por una porque la toma es bastante lejana y mi Photoshop no amplifica tanto.
No quiero imaginar si en los números, los otros datos, pues, de doña Claudia se juntaran 10 mil unidades. Si con apenas 420 la Ciudad colapsó, más habría paralizado no solamente las arterias vitales sino las venillas que apenas se alcanzan a mirar cuando una enfermera intenta introducir la aguja para que circule el suero.
Y el argumento oficial es que los “paristas” o “minimarchistas” protestaron por las medidas anticorrupción que se han implementado en su gobierno.
Sus datos, seguramente, así lo sostienen. No ha acudido a los módulos en donde se tramita la documentación para pasar la revista, obtener la licencia de conducir, pasar los examen de sangre, orina y demás. Tampoco, probablemente por el exceso de trabajo, ha ido a observar los exámenes toxicológicos y menos los psicológicos.
Concediendo sin aceptar que la lucha contra la corrupción está “pisando callos de los coyotes”, nada tiene que ver con la aplicación de las matemáticas.
Minimizar la acción no resuelve los problemas.
Y menos si quienes negocian los acuerdos no son los directamente responsables.
¿Iría la secretaria de Gobernación o su segundo de a bordo a Morelia o Guadalajara o Monterrey a atender un asunto que le compete a la autoridad local?
¡Por supuesto que no!
Ahí se ¡respetaría el Federalismo y la soberanía de los Estados!
Aquí, ya se sabe, “Claudia Sheinbaum no está sola”. Palabra divina.
La Ciudad de México, su Jefa de Gobierno, tiene otras prioridades.
Los vándalos destruyen la Ciudad. Los anarcos evaden la responsabilidad. La policía es “mirona de palo” ante los destrozos y las violaciones a las leyes. Los crímenes aumentan. La marcha del 2 de octubre “salió bien” AMLOS (sic) y corren al secretario de Seguridad Ciudadana. Mal manejo de los tiempos. Pero todo está para rechuparse los dedos, como la economía está “requetebién”.
Igual que las matemáticas de la científica metida a gobernante.
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