El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró ayer que parece que Irán fue responsable de los ataques con drones contra instalaciones petroleras sauditas perpetrados el pasado fin de semana, pero aclaró que no quiere una guerra. La república islámica rechazó las acusaciones, aunque sostuvo que los rebeldes hutíes actuaron en legítima defensa y contrataque.
A pregunta de un periodista, Trump señaló: Ciertamente, es lo que parece en este momento (la responsabilidad de Irán). En cuanto hagamos un descubrimiento definitivo lo haremos saber.
Agregó que Washington no sopesará medidas de represalia hasta que exista evidencia definitiva de que Teherán es responsable, pero indicó que está listo en caso de que los bombardeos ameriten una respuesta.
Tenemos muchas opciones, pero en este momento lo que queremos es descubrir quién hizo esto. Veremos qué pasa. No me gustaría tener una guerra con nadie, pero estamos más preparados que cualquiera si eso ocurre.
Los ataques contra infraestructuras petroleras en Arabia Saudita, que redujeron a la mitad la producción del primer exportador mundial, fueron cometidos el sábado alrededor de las 3:31 y las 3:42 de la mañana (hora local) contra la principal refinería saudita de Abqaiq y el yacimiento de Khurais de la compañía petrolera estatal Saudi Aramco, en la zona este del reino.
Los rebeldes hutíes de Yemen, chiítas apoyados por Irán y que se enfrentan desde hace cinco años a una coalición militar liderada por Arabia Saudita, reivindicaron los ataques, que provocaron una reducción de la producción de 5.7 millones de barriles diarios, aproximadamente 6 por ciento del suministro mundial.
Trump advirtió a Teherán que Washington estaba armado y listo para responder, aunque especificó que la respuesta dependería de la evaluación de Riad.
Ayer en un tuit, el magnate enfatizó que su país es el principal productor de energía y no necesita petróleo de Medio Oriente, pero que auxiliaría a sus aliados. El domingo autorizó el uso de las reservas estratégicas de crudo del país.
Los secretarios de Estado, Mike Pompeo, y de Energía, Rick Perry, aseguraron que Irán está detrás de los ataques, mientras el secretario de Defensa, Mark Esper, mencionó que Estados Unidos va a defender al orden internacional que Irán se empeña en debilitar.
Washington y Riad coinciden en responsabilizar a Teherán de montar el ataque, aunque los militares sauditas aún no logran determinar desde dónde fue lanzada la ofensiva, pero aseguraron que no fue desde Yemen.
Estados Unidos publicó ayer imágenes de satélite que, sin aportar pruebas de que Irán es responsable de los ataques, mostraban los daños en la refinería de Abqaiq y un importante campo petrolífero, afirmando que el patrón de los impactos sugería que el bombardeo se lanzó desde Irak o Irán, y no desde Yemen, como afirmaron los rebeldes hutíes.
El diario británico The Guardian informó que funcionarios estadunidenses no identificados declararon a los medios que entre una y dos docenas de misiles crucero iraníes fueron utilizados en el ataque del sábado. Funcionarios de inteligencia de la región no están seguros de si en el ataque fueron utilizados drones o misiles, en lo que parece ser un cuidadoso golpe contra el corazón de la economía saudita.
La investigación sigue y todas las indicaciones muestran que las armas utilizadas provienen de Irán, comentó a la prensa el portavoz de la coalición saudita, el coronel saudita Turki al Maliki.
Arabia Saudita sostuvo que es capaz de responder con fuerza y pidió que expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se sumen a las investigaciones.
El príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, manifestó que las amenazas iraníes no se dirigían sólo contra el reino, sino también contra Medio Oriente y el resto del mundo.
La cancillería iraní rechazó estar detrás de los ataques contra las instalaciones sauditas, pero aclaró que su país está preparado para una guerra en toda regla.
Desde Ankara, al concluir una cumbre sobre Siria con sus homólogos ruso y turco, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, respectivamente, el mandatario iraní, Hassan Rouhani, expuso: “los yemeníes están ejerciendo su legítimo derecho a la defensa… los ataques fueron una respuesta recíproca a la agresión ejercida contra Yemen (por Arabia Saudita) durante años”.
Por su parte, los rebeldes hutíes advirtieron que las instalaciones de Aramco siguen siendo un objetivo que podría ser atacado en cualquier momento.
El portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, explicó que el grupo alerta a las empresas y a los extranjeros contra su presencia en las instalaciones atacadas debido a que podrían ser blanco nuevamente en cualquier momento. Garantizamos que podemos llegar adonde nos dé la gana y en el momento que nosotros queramos. Resaltó que el régimen saudita debe detener su agresión y el cerco contra Yemen.
Irak, donde operan numerosas milicias armadas que respaldan a Teherán, negó cualquier uso de su territorio en los ataques.
El emisario de la ONU para Yemen, Martin Griffiths, admitió en el Consejo de Seguridad: no sabemos quién está detrás de estas agresiones, pero el hecho de que los hutíes hayan reivindicado la responsabilidad es grave.
Durante la discusión varios países, como Reino Unido, Francia, Kuwait y Rusia, condenaron los ataques pero sin identificar a un responsable. Kelly Craft, nueva embajadora estadunidense en la ONU, se limitó a reiterar que Irán es responsable.
Jens Stoltenberg, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, se mostró muy preocupado por el riesgo de escalada de violencia. La Unión Europea urgió a la máxima moderación, y llamó a aclarar los hechos y a atribuir responsabilidades.
Alemania, España, Francia, Reino Unido, Kuwait, Catar y Venezuela condenaron el ataque; Rusia y China pidieron contención.
En ausencia de una investigación incuestionable que permita sacar conclusiones, no es juicioso imaginar quién debe ser considerado responsable, declaró la portavoz de la cancillería china, Hua Chunying, quien llamó a las dos partes a hacer prueba de moderación y preservar juntas la paz y la estabilidad en Medio Oriente.
Rusia hizo un llamado a todos los países a abstenerse de cualquier acción o conclusión apresurada que pueda agravar la situación. Putin aprovechó y propuso a Arabia Saudita que le compre sistemas de misiles rusos antiaéreos para proteger su territorio .
En ese contexto, el presidente Rouhani aclaró que no tiene previsto reunirse con Trump al margen de la 74 Asamblea General de la ONU, mientras la Guardia Revolucionaria iraní incautó un buque en el Golfo Pérsico por transportar, presuntamente, 250 mil litros de diésel de contrabando hacia Emiratos Árabes Unidos.