Por Arturo Lino Guzmán
Apenas la semana pasada nos referimos en este espacio a la destacada participación que tienen en todo el país los empresarios del sector turístico que, junto con las autoridades estatales y la propia sociedad, realizan esfuerzos para mantener a flote el turismo, porque como se ve el panorama en lo que corresponde al gobierno federal, las cosas no se contemplan bien y pareciera que el turismo ha entrado en una fase experimental, por llamarlo de alguna manera.
¿Por qué señalamos lo anterior? Es evidente que la situación se complicó, quiérase o no, con la casi nula promoción oficial que se dejó de hacer –por lo menos en este año- para activar el turismo extranjero y nacional, al destinar los recursos en su totalidad a la construcción del Tren Maya, proyecto que se encuentra entrampado ya que no hay claridad en lo que sucede, pues grupos de diversas comunidades por donde se tiene planeado el paso del tren, no están dispuestos a ceder y vender sus propiedades, porque no están totalmente convencidos de que serán beneficiados, pero sí se sienten afectados.
Aunado a los recursos que se le destinarán el próximo año, del orden de 2 mil 500 millones de pesos, de acuerdo al Presupuesto de Egresos de la Federación entregado el 1 de septiembre al Congreso de la Unión para su análisis y aprobación, la obra monumental de la actual administración crea dudas y el proyecto parece un experimento con problemas en su ejecución y por consecuencia se le augura un relativo éxito como van las cosas.
Además, con la reducción de 44 por ciento del presupuesto a la Secretaría de Turismo federal para 2020, al pasar de 8 mil 785 millones de pesos, ejercidos en 2019 a 5 mil 34 millones de pesos agrava la situación en el ámbito turístico, pues las señales que manda el gobierno federal son que el turismo no es una prioridad y con la suspensión de las obras del nuevo aeropuerto de Texcoco, la obstrucción en el de Santa Lucía por los amparos civiles interpuestos ante la autoridad y la lenta marcha en la construcción del Tren Maya, han dado al traste hasta ahora a los planes gubernamentales, por lo que el turismo presenta una cantidad de retos que se deberán resolver.
Y los que ya entran al quite son los secretarios de Turismo de varios estados, que como lo hemos subrayado en esta columna, son los más activos y que muestran su compromiso por el sector, quienes proponen estrategias, prácticamente sin recursos, que permitirán que el sector no pierda su dinamismo, al grado tal que podríamos preguntarnos si ya está rebasada la Sectur federal. Aunque Miguel Torruco Marqués hace esfuerzos por mantener el barco a flote, en el ambiente se plantea la posibilidad de la desaparición de esta dependencia, que ya comparte con la Secretaria de Relaciones Exteriores, las tareas de promoción.
Lo anterior, porque hace unas semanas en Chetumal, los gobernadores de Quintana Roo, Tamaulipas, Aguascalientes, Baja California Sur, Durango, Querétaro y Yucatán, con sus respectivos titulares de Turismo firmaron el acuerdo de Coordinación y Concertación para la implementación de la estrategia “Turismo como Motor de Prosperidad”, cuyo objetivo primordial es apoyar la consolidación de las entidades participantes que lo suscriben como destinos turísticos, contribuyendo con esto al desarrollo económico integral.
El acuerdo firmado se basa en acciones de coordinación sustentadas para su aplicación en 6 ejes estratégicos, que permitan potenciar el desarrollo económico social. Alianza público privada y facilitación de inversiones, Conexiones con el exterior, Cultura Turística y de Hospitalidad, Impulso al Turismo sustentable, Enlace con investigación, ciencia y tecnología, y Fortalecimiento del Tejido Social.
A la ceremonia de firma del acuerdo asistieron los mandatarios Carlos Mendoza Davis, de Baja California Sur; Francisco Domínguez Servién, de Querétaro; Carlos Joaquín González, de Quintana Roo; José Rosas Aispuro, de Durango; Mauricio Vila Dosal, de Yucatán y de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca.
También la presencia de los Secretarios de Turismo de Querétaro, Hugo Burgos; de Durango, Eleazar Gamboa de la Parara de Durango; de Tamaulipas, Fernando Olivera Rocha; de Quintana Roo, Marisol Vanegas Pérez; de Yucatán, Michelle Fridman y de BCS, Luis Humberto Araiza, quienes plantearon la importancia que tiene este hecho que propiciará mejores condiciones para sus respectivas entidades en cuanto al desarrollo del turismo se refiere.
Ya los gobiernos estatales y al igual los empresarios se han dado cuenta de que deben unir esfuerzos, hacer un frente común, bloques para evitar una debacle en el sector turístico que si bien avanza, es debido a la inercia que trae desde hace varios años y que sería muy lamentable se perdiera por desinterés gubernamental. Estamos a tiempo de hacer las alertas para evitar una estrepitosa caída en picada.