Como parte del primer Festival Universitario de Literatura y Arte (Fula), se le rindió un homenaje este domingo a la escritora y periodista Cristina Pacheco, colaboradora de La Jornada, como un reconocimiento a su fructífera y larga trayectoria literaria y periodística en el Museo de Arte Popular.
La maestra universitaria Angélica Morales, el también periodista y coordinador del suplemento cultural La Jornada Semanal, Luis Tovar y el dramaturgo y escritor Miguel Ángel Tenorio, coincidieron en destacar la constancia, persistencia e intenso trabajo de la reconocida narradora, quien por más de 33 años ininterrumpidos ha escrito un cuento cada semana para su Mar de Historias, que se publica en La Jornada; además de realizar por muchos años también los programas en televisión Aquí nos tocó vivir y Conversando con Cristina Pacheco.
La homenajeada confió, entre otras cosas, que ha resistido tantos años “porque mi trabajo me apasiona. Me parece inagotable, porque la vida es inagotable.
Sobre el origen del título de Mar de Historias, recordó. “José Emilio tiene que ver con todas las cosas que he hecho, y para el título de esa sección en La Jornada, le pedí me orientara, pues no encontraba el título y se lo tenía que decir a Carlos Payán, director en aquel entonces del periódico.
“José Emilio me dijo: ‘Mira, La Biblia es un mar de historias, por qué no tomas esa frase y comienzas a escribir sin límites, ni fecha de caducidad. Y por nada del mundo dejes de hacerlo o suspendas tu trabajo’”.
Y hasta el momento no lo he suspendido, reconoció la escritora, periodista y cronista, “ni siquiera en los momentos más trágicos de mi vida, porque en las palabras está la vida y yo creo absolutamente en eso”.
Empecé a escribir en los periódicos sobre la ciudad, comentó, “porque precisamente no nací aquí. Porque cuando llegué aquí me sentí confundida y perdida, pero como yo, hay muchas personas que se sienten de igual manera, perdidas. Muchos que son emigrantes doblemente, se sienten perdidas. Entonces lo que hago, con esas 20 millones de historias que no conozco directamente, es extraer una historia y recrearla, inventando absolutamente todo. A lo mejor los decepciono, pero ninguna de las historias es real, pero sí tiene los pies metidos en la realidad, en esa vida de todos los días que se desgasta, se deshace, que es difícil vivirla, pero que es maravilloso”.
Morales destacó el trabajo literario de la narradora, el cual “ha tendido puentes muy poderosos con la comunidad de estudiantes universitarios y de bachillerato. Ha servido para acercar la lectura a los jóvenes reacios a leer”.
Después de distintos intentos por abordar obras de otros autores, Morales descubrió los “contundentes, prolijos y provocadores relatos cortos” de Mar de Historias, los cuales han sido también todo un descubrimiento para los estudiantes de distintas generaciones.
Luis Tovar, entre otras cosas, destacó la constancia y persistencia de la maestra Pacheco, como “una labor titánica y gozosa”, que muy pocos autores pueden presumir.
Basta con imaginar que ha escrito “un cuento a la semana durante 33 años ininterrumpidos”, que cada quien haga sus cuentas; además tiene muchos años también con sus programas en televisión Aquí nos tocó vivir y Conversando con Cristina Pacheco.
“Solo hay que imaginar la cantidad de conocimiento que eso genera”, subrayó Tovar, quien de igual manera llamó la atención sobre un aspecto poco reconocido en la labor de la maestra Pacheco: su trabajo como cronista.
Para concluir, Luis Tovar evocó unos versos del poeta José Emilio Pacheco (1939-2014), compañero de vida de la narradora, como una posible referencia al origen del título Mar de Historias. “Digamos que no tiene comienzo el mar/empieza donde lo hayas por vez primera/y te sale al encuentro por todas partes”.