A pesar de que los resultados en materia de seguridad no han sido buenos en reducir la íncidencia delictiva en estos primeros meses, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que con el conjunto de acciones de desplegar la Guardia Nacional y atacar las causas, se va a lograr pacificar el país, «ese es el principal desafío, pero yo soy un hombre de desafíos»
Durante su Informe de Gobierno, López Obrador reportó que hasta ahora se han desplegado 58 mil 600 elementos de la Guardia Nacional en 150 coordinaciones territoriales pero el objetivo es confirmar 140 mil elementos en 266 regiones en el país. En este contexto, López Obrador aseguró que se «terminó la guerra de exterminio en contra del crimen organizado» porque ya se tolerarán redadas, masacres y razias. Al dar a conocer su balance en materia de seguridad, López Obrador censuró que aún se padezcan las «catastróficas consecuencias» de una estrategia que solo generó un «gravísimos daño» al tejido social, una crisis de derechos humanos y un fabuloso saldo de muertos, heridos, desaparecidos, motivo por el cual aún enfrenta el país inseguridad y violencia.
Destacó que la nueva política de combate a la delincuencia pretende regirse con el pleno respeto a los derechos humanos por eso «el estado ha dejado de ser el principal violador de los derechos». Sostuvo que se cambió la estrategia de guerra por una de seguridad ciudadana, que pretende atender principalmente las causas.
López Obrador dijo que su gobierno no descansará hasta saber lo que sucedió con la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa. La nueva estrategia ha consistido en no tolerar tortura y ninguna violación a los derechos humanos.
En este marco reivindicó el papel del Ejército y la Marina en la nueva estrategia de seguridad pública que ha participado con el uso moderado de la fuerza para garantizar la seguridad. «El marino y el soldado es pueblo uniformado».