Iniciativa Contra la Autonomía, Bola de Nieve Inquietante

Tema Principal

*No es un Calificativo y Tampoco un Accesorio

*Así lo Plantea el Doctor Salazar Ugarte de la IIJ/UNAM

*En Riesgo También Pluralidad y Libertad de Investigación

*Además Quedaría Tácitamente Anulado el Autogobierno

Por Gerardo Lavalle

Mientras el rumor de que el Poder Legislativo “tiene ya preparado el borrador para la iniciativa que reformaría la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México, crece como bola de nieve rodando por la ladera, desde el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM surge la voz que plantea la defensa de la autonomía e impedir el empoderamiento de quien dista de ser universitario, plural e independiente del Poder Ejecutivo y del partido en el poder.

El doctor Pedro Salazar Ugarte, director del IIJ/UNAM establece:

“Hay que recordar lo que hacemos en la Universidad; es un mandato de nuestra ley orgánica, nosotros tenemos cuatro obligaciones fundamentales: la de realizar investigación, la de impartir docencia, la de trasmitir el conocimiento y la de difundir la cultura, en esas tres actividades que son el núcleo medular, está la razón de ser de la Universidad. La autonomía juega un papel muy importante, porque es condición necesaria para que estas actividades puedan llevarse a cabo con todo el rigor que merecen y puedan tener los beneficios sociales, que la Universidad está llamada a brindarles en este caso al país y en general al conocimiento.

“Por eso, la Universidad es baluarte y por eso hay unas voces que circulan en la Universidad y que dicen que la autonomía es nuestra esencia y tienen mucho sentido. En efecto, la autonomía Universitaria pasa en este momento por el ejercicio cotidiano de su autonomía, misma que se desdobla además en los distintos ámbitos, en el sustantivo académico, al que ya me referí, pero también en la autorregulación. La Universidad parte de su autonomía, la ejerce con una serie de procedimientos e instancias que van creando la normatividad universitaria.

“El autogobierno es otra dimensión muy importante de la autonomía, el tomar las decisiones desde dentro, de quienes serán las personas que conducirán tanto los programas, los Centros, los Institutos, las Facultades y hasta la propia Rectoría de la Universidad y ahí son decisiones cruciales, en las cuales se juega de nuevo la autonomía y se juegan de nuevo los procedimientos internos, de las universidades”.

LA UNAM, DEBE SER POLÍTICAMENTE IMPARCIAL

Como lo publicó MISIÓN POLÍTICA en su edición del pasado 13 de agosto, desde el Poder Ejecutivo Federal, con el respaldo del Legislativo, se gesta una propuesta para que el doctor John M. Ackerman, integrante del IIJ/UNAM y profesor de la Facultad de Derecho, se convierta en el próximo rector, aunque no cumple con los requisitos marcados en la Ley Orgánica de la casa de estudios.

Además de no ser mexicano por nacimiento, exigencia legal, Ackerman dirige la escuela de cuadros de Morena, en donde se adoctrina a los estudiantes para convertirse en los dirigentes políticos del futuro.

Sin mencionar al presunto aspirante a la Rectoría, el doctor Salazar Ugarte pone el dedo en la llaga: “a mí me gusta pensar que las investigaciones que realizamos en el Instituto, deben de ser técnicamente sólidas y muy rigurosas en sus métodos, en sus metodologías y en sus rigores académicos; también debe de ser políticamente imparcial”.

Reflexiona sobre el tema: “La Universidad, y en este caso el Instituto de Investigaciones Jurídicas, debe de tener apertura para dialogar con las distintas fuerzas, opciones, corrientes políticas y sociales, que caracterizan a un país complejo como el nuestro y debe de ser socialmente útil, es decir debe de tener una vocación e incidencia de influencia y de construcción en las decisiones -en este caso jurídicas- del país y en esa dirección el Instituto es una institución que ha realizado aportaciones para decisiones muy importantes a lo largo de las últimas décadas en el país.

Rememora y explica:

“Algunas de las decisiones jurídicas que hicieron posible la transición democrática, provinieron de las reflexiones y las discusiones entre sus integrantes en el seno de este Instituto, pero también con otros actores, porque hay que tener en cuenta que una institución como lo es la UNAM, y el Instituto de Investigaciones Jurídicas, son un espacio abierto para que las distintas voces puedan deliberar, pensar, discutir y muchos de nuestros colegas a lo largo del tiempo han ido realizando aportaciones, ya sea a título individual, que han influido en la toma de decisiones, construcción de instituciones o reformas legales constitucionales, pero también como claustro académico lo hemos hecho. Y a lo largo del tiempo hemos realizado muchas propuestas que venturosamente luego se han visto reflejadas en nuestros marcos constitucionales, eso sin perder nuestra autonomía, ni nuestra independencia de criterio”.

IMPOSIBLE VIDA SIN AUTONOMÍA

Con la autonomía la UNAM asumió el autogobierno que le permite conducir los destinos de la educación superior pública por el sendero de la pluralidad, la convivencia, la admisión y respeto a las ideas.

De acuerdo con la Gaceta Universitaria, Pedro Salazar Ugarte es doctor en Filosofía Política por la Universidad de Turín, Italia, y licenciado en Derecho por el Instituto Tecnológico Autónomo de México. Es Investigador Titular B de tiempo completo, definitivo, en el IIJ. Tiene el nivel III en el Sistema Nacional de Investigadores y la Universidad lo reconoció con el nivel D del PRIDE.

Sus principales líneas de indagación versan sobre democracia, derechos humanos, estado de derecho, cambio constitucional y teoría política. Entre sus libros se encuentran: El poder ejecutivo en la Constitución Mexicana. Del metaconstitucionalismo a la constelación de autonomías; Derechos humanos y restricciones. Los dilemas de la justicia, en coautoría con Daniel Vázquez y Alejandra Medina Mora; Derecho y poder. Derechos y garantías. Ha publicado más de 80 capítulos en libros y es autor de múltiples artículos en revistas, memorias y anuarios.

¿Podría pensarse en una Universidad sin autonomía?, se le pregunta y con agilidad mental y habilidad de lenguaje, responde con un rotundo

“¡NO!”

Explica: “No, definitivamente la autonomía de una Universidad pública, como lo es la UNAM, con todas las misiones que tiene a su cargo, es una condición necesaria para que exista en cuanto tal, es decir que la autonomía es una condición necesaria en el sentido lógico, sin la autonomía la Universidad no podría ser lo que está llamada a ser.

“Entonces la autonomía no es un calificativo o un accesorio, la autonomía es consustancial a la identidad de la Universidad, porque el quehacer universitario requiere de ese elemento para desplegarse a plenitud y eso no quiere decir autarquía, no quiere decir que la Universidad no dialogue con las otras instituciones en una sociedad como la nuestra, no quiere decir que las reglas y las normas de la Universidad no dialoguen con las reglas y las normas que aprueban por ejemplo en el Congreso de la Unión, es decir que la autonomía no quiere decir que sea una entidad aislada, quiere decir que es una entidad que interactúa con otras entidades del Estado y de la sociedad, que tiene un dialogo constante pero que en sus decisiones internas, se rige con criterios lógicas y prioridades propias.

“La autonomía también se despliega seleccionando las prioridades y tomando las decisiones que son prioritarias para el quehacer universitario, con una lógica que responde a la propia experiencia universitaria.

Enseguida ofrece acciones:

“Le doy un ejemplo de marco normativo universitario, en nuestro país, existe una ley Federal de Transparencia y una Ley General de Transparencia, teniendo este marco normativo como referente, el Consejo Universitario, aprobó su propio reglamento de transparencia y acceso a la información, es decir, que toma como ejemplo y como referente los principios del marco normativo nacional, pero emite su propia normatividad en la materia, atendiendo a las características de la Universidad, que tiene particularidades distintas a las que tienen las entidades del Estado Mexicano.

“Lo mismo en el caso de responsabilidades, nosotros no nos regimos por la ley de responsabilidades que norma a los servidores públicos, porque no somos servidores públicos en ese sentido, pero tenemos un propio reglamento de los funcionarios y empleados en materia de responsabilidad de la UNAM, que fue aprobado por el pleno del Consejo Universitario.

“Es decir, que nos damos normas, que sin duda, abrevan, el marco normativo nacional, pero que responden a las particularidades y a las características de la Universidad y en esa creación de normas el Instituto de Investigaciones Jurídicas participa de manera muy activa, de hecho yo tengo el honor de ser el presidente de la Comisión de Legislación Universitaria, del Consejo Universitario de la UNAM.

Finalmente y prácticamente con el Goya saliendo del pecho y a todo pulmón, el doctor Pedro Salazar Ugarte clama:

“Una de las instituciones pilares de la identidad del México contemporáneo y una de las instituciones de las que NOS DEBEMOS Y podemos sentirnos orgullosos y sin que esto sea autocomplaciente, porque siempre hay que ir mejorando, es nuestra UNAM, de la cual forma parte el Instituto de Investigaciones Jurídicas”.

Autonomía, pluralidad, autogobierno, libertad de investigación, no solo jurídica sino el 50 por ciento de la que se realiza en México –ciencia, economía, política, salud etcétera- podrían estar en riesgo si los legisladores modifican la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México, aunque para la Cuarta Transformación no hay imposibles.

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