Los guardias encargados de vigilar el bienestar del financiero Jeffrey Epstein, víctima de un aparente suicidio mientras esperaba su juicio por abuso y tráfico de menores, tenían una carga excesiva de trabajo.
Ante las interrogantes sobre la responsabilidad de la muerte del millonario Jeffrey Epstein, detenido por cargos de tráfico y abuso de menores, mientras se encontraba bajo custodia federal en EU, surge una nueva irregularidad en el caso catalogado de momento como suicidio. De acuerdo a información de AP, las instalaciones correccionales en donde se encontraba Epstein tenían una carencia de personal, misma que provocaba que los guardias de seguridad trabajaran tiempo extra de forma excesiva, con la baja en el rendimiento que ocurre en estos casos.
Uno de los guardias destacados en el lugar, quienes tenían responsabilidad de vigilar al acusado y otros internos, trabajó horas extras durante cinco días consecutivos.
Según el protocolo establecido, la celda de Epstein debía ser monitoreada cada media hora, pero eso no habría ocurrido la noche del presunto suicidio. Además de la existencia de un incidente previo, por el cual el fallecido habría terminado hospitalizado, también se tomó la decisión de retirar la supervisión especial que se otorga a algunos presos por una amenaza de suicidio.
En otro reporte difundido hoy por The New York Times, se señaló que la Unidad Especial del Centro Correcional Metropolitano de Manhattan se presentaron varias fallas de protocolo que podrían haber influido en la muerte de Jeffrey Epstein.
Sin caer en las múltiples teorías de conspiración que han sido difundidas en redes sociales hasta por el propio Donald Trump, las circunstancias exactas de la muerte del financiero representan, de momento, un misterio.
Por este motivo, tanto el Buró Federal de Investigaciones (FBI) como el Departamento de Justicia han iniciado investigaciones paralelas para determinar como ocurrió la muerte de Epstein bajo custodia gubernamental.
