*No es Decisión de Dirigentes, Sino de la Constitución
*Julien Rementería y la Razón: no es Dogma de fe
*¿Anaya Quiere ser Candidato al Gobierno de Querétaro?
Por Gerardo Lavalle
A.- A decir verdad, la sociedad exige que los recursos destinados a los partidos políticos sean reducidos.
El llamado presidencial a que por sí mismos los dirigentes partidistas decidan regresar el 50 por ciento de sus prerrogativas, es poco menos que ingenuo.
Porque para “devolver” los cuantiosos recursos es necesario que ocurra una tragedia. Como la del temblor del 19 de septiembre de 2017. El PRI aportó de sus prerrogativas 250 millones de pesos que entregó a la Tesorería de la Federación. Fue en razón de las necesidades urgentes para los afectados. ¿Por cierto, dónde quedaron los recursos destinados a la reconstrucción? Es otro tema y lo abordaré más adelante.
El Presidente tiene que enviar una iniciativa para modificar el artículo 40, que en la reforma de 2014 ratificó los mecanismos para la asignación de recursos públicos.
Solamente para que el lector tenga confirmación de lo aseverado, le reproduzco los incisos I y II delo mismo:
“I. Los partidos políticos son entidades de interés público; la ley determinará las normas y requisitos para su registro legal, las formas específicas de su intervención en el proceso electoral y los derechos, obligaciones y prerrogativas que les corresponden.
“Los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación política y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo, así como las reglas para garantizar la paridad entre los géneros, en candidaturas a legisladores federales y locales. Sólo los ciudadanos podrán formar partidos políticos y afiliarse libre e individualmente a ellos; por tanto, quedan prohibidas la intervención de organizaciones gremiales o con objeto social diferente en la creación de partidos y cualquier forma de afiliación corporativa.
Las autoridades electorales solamente podrán intervenir en los asuntos internos de los partidos políticos en los términos que señalen esta Constitución y la ley.
“Los partidos políticos nacionales tendrán derecho a participar en las elecciones de las entidades federativas y municipales. El partido político nacional que no obtenga, al menos, el tres por ciento del total de la votación válida emitida en cualquiera de las elecciones que se celebren para la renovación del Poder Ejecutivo o de las Cámaras del Congreso de la Unión, le será cancelado el registro.
- La ley garantizará que los partidos políticos nacionales cuenten de manera equitativa con elementos para llevar a cabo sus actividades y señalará las reglas a que se sujetará el financiamiento de los propios partidos y sus campañas electorales, debiendo garantizar que los recursos públicos prevalezcan sobre los de origen privado.
El financiamiento público para los partidos políticos que mantengan su registro después de cada elección, se compondrá de las ministraciones destinadas al sostenimiento de sus actividades ordinarias permanentes, las tendientes a la obtención del voto durante los procesos electorales y las de carácter específico. Se otorgará conforme a lo siguiente y a lo que disponga la ley:
- a) El financiamiento público para el sostenimiento de sus actividades ordinarias permanentes se fijará anualmente, multiplicando el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral por el sesenta y cinco por ciento del valor diario de la Unidad de Medida y Actualización. El treinta por ciento de la cantidad que resulte de acuerdo a lo señalado anteriormente, se distribuirá entre los partidos políticos en forma igualitaria y el setenta por ciento restante de acuerdo con el porcentaje de votos que hubieren obtenido en la elección de diputados inmediata anterior.
- b) El financiamiento público para las actividades tendientes a la obtención del voto durante el año en que se elijan Presidente de la República, senadores y diputados federales, equivaldrá al cincuenta por ciento del financiamiento público que le corresponda a cada partido político por actividades ordinarias en ese mismo año; cuando sólo se elijan diputados federales, equivaldrá al treinta por ciento de dicho financiamiento por actividades ordinarias.
Si el Presidente quiere partidos pobres para que el pueblo sea rico, entonces que proponga la modificación constitucional. Con su planteamiento, cuando Morena recibiría cerca de 2 mil millones de pesos para el ejercicio de 2020 y los otros seis partidos nacionales el resto de una bolsa calculada en 4 mil 500 millones, el Presidente busca exterminar, sí, exterminar a las oposiciones. Las dejaría sin recursos mientras su partido se despacha con la cuchara grande. Así las cosas.
B.- Tiene razón el senador Julien Rementería cuando sostiene que, en la información de la compra de longaniza al precio de 16 mil pesos por kilo, no es un error propio sino de la Presidencia de la República. Porque la información estaba en la página oficial.
El veracruzano le respondió fuerte al Jefe del Ejecutivo Federal cuando el miércoles 7 en su conferencia mañanera demandó una disculpa por la falsa información. Le dijo: “Yo creo que quien tiene que pedir disculpas es precisamente el Gobierno de la República a todos los mexicanos por no haber corregido su presupuesto y, en todo caso, también tendrá que demostrar lo que se está gastando, porque no debemos solamente pensar en creer lo que el presidente, con mucho respeto, pero no porque lo diga el presidente lo tenemos que creer, esto no es un dogma de fe”.
El affaire de “Longaniza Gate”, es uno más de los que irritan a Andrés Manuel López Obrador. Y sí, a Rementería le asiste la razón: las palabras presidenciales no implican dogma de fe. ¿O sí?
C.- Vaya tarea que tiene encomendada Marko Cortés, jefe nacional del PAN: preparar todo para el retorno de Ricardo Anaya Cortés.
El queretano, quien se encuentra en Estados Unidos dedicado a la academia, quiere regresar a la política nacional. ¿Cómo lo hará? Seguramente intentará convertirse en factótum de las decisiones que habrán de tomarse para la nominación de candidatos a los gobiernos estatales, entre ellos justamente el de Querétaro en el 2021.
Sin embargo, hay fuerzas políticas locales que no comulgan con el excandidato presidencial quien, por cierto, no ha ganado nunca una elección. Siempre ha sido legislador plurinominal.
¿El retorno de Anaya será para fortalecer al PAN o para terminar de diseminarlo? Es pregunta sin ninguna mala intención.