El exrector de la UNAM, José Narro Robles, llamó a cuidar a todas las instituciones, en particular las del sector de la salud, que a lo largo de toda su historia han sido factor de unidad, no de división y, nunca han estado orientada con fines políticos o ideológicos.
“La salud no tiene colores de partidos”, dijo al participar en el Conversatorio “Problemas y retos del sector salud”, organizado por la plataforma Futuro 21, donde también recomendó: “no hagan que salgan los internos y los pasantes. No despierten al puma, no lo despierten”.
El exsecretario de Salud aludió a las protestas de mayo pasado, en que médicos residentes salieron a las calles porque se les adeudaban diversas prestaciones, y apuntó que un interno de pregrado, del quinto año de la carrera de medicina que realiza una jornada de 60 hasta 100 horas de trabajo, obtiene una beca de dos mil 500 pesos y “ahora les quieren bajar a la mitad”.
Hay asimismo cerca de ocho mil pasantes de medicina, que por una beca muy modesta otorgan un servicio extraordinario, en donde obtienen toda una experiencia «de vida”, pero muchos de ellos regresan a sus lugares de origen porque no obtienen trabajo.
Ante los señalamientos del gobierno federal de que el sistema de salud está peor que el educativo, Narro Robles opinó que no se puede descalificar lo que ha costado mucho trabajo construir, pues aún con sus deficiencias y carencias, se ha avanzado y sus problemas se pueden resolver.
“Compárenlo con las épocas donde no había llegado el neoliberalismo, que por cierto, en las épocas del neoliberalismo, nunca, jamás, hemos pensado en términos de esas condiciones políticas o ideológicas. La salud siempre fue un elemento de unidad, no un factor de división», sostuvo.
“La salud nunca ha tenido en el gremio de los trabajadores de la salud una pregunta que hacer en materia de: ‘¿cuál es el partido al que pertenece, simpatiza o por quién votó?’ Nunca. Sí preguntamos algunas cosas muy personales, porque tienen que ver con la salud, no en términos políticos», precisó.
Agregó que nadie puede ignorar las más de 24 mil unidades de atención publicas a la salud, los casi un millón de trabajadores de la salud y de seguridad social, o las 320 mil enfermeras y 215 mil futuros médicos que hay en el sector público.
“Y, ¿cómo hacerle para creer que no existe, en promedio, un millón y medio de mexicanas y mexicanos que van a los servicios públicos de salud, cada día, los 365 días del año?”, acotó.
Señaló que en el sistema público, diariamente se registran cuatro mil 300 nacimientos y 16 mil ingresos hospitalarios, cerca de 10 mil cirugías, 100 mil atenciones de urgencias, cientos de miles de consultas especializadas y de medicina general, y veintenas de miles de acciones de orden preventivo.
Para Narro Robles, es preciso aprender a atender en donde está la gente que no tiene cobertura, dado que hay 16 millones de mexicanos con aseguramientos múltiples, es decir, que cuentan con dos o más servicios de salud, y apuntó que los grandes enemigos de la salud son la pobreza, la ignorancia y los estilos de vida que hay en el país, que han detonado en problemas como la obesidad.
El exrector se preguntó “si en lugar de conservar lo que funciona, le vamos a hacer un mal servicio a la sociedad; si en lugar de corregir lo que no funciona dejamos que se profundicen los problemas; si vamos a dejar que nos gane a veces la ignorancia, el desconocimiento, la insuficiencia de vida».
Comentó que habría 160 millones de mexicanos, y no 125 millones, si no hubiese una adecuada planificación familiar, y subrayó que existe una adecuada vigilancia epidemiológica, capacidad de reacción y laboratorios de salud pública.
Por tanto, “no puede desdeñarse y mucho menos desecharse todo eso. Hay debilidades, sí; un sistema fragmentado, duplicación innecesaria, insuficiencia presupuestal crónica y mala distribución en el territorio nacional de los recursos», reconoció.
Sin embargo, recalcó que se debe tener cuidado, porque si se cree que es necesario formar más médicos, “los vamos a tener pronto en la calle protestando porque no hay espacios. Lo que se requiere es que se abran plazas para contratar a médicos que sí están disponibles».