Tercera llamada

La Tiendita de los Horrores

Por Emilio Hill

Cine y teatro como una muestra de la fuerza que el espectáculo y la publicidad tienen para atraer públicos. Difícil saber a estas alturas que fue primero, el huevo o la gallina. O lo que es lo mismo, la película o su adaptación al teatro.

Curioso asunto ya que en la época de oro de los filmes musicales, década de los cincuenta y parte de los sesenta, el inicio quedaba claro: del teatro al cine. Momento particular en la historia estadounidense, ya que era plena resaca de postguerra y había que demostrar un ánimo festivo, la gente cantaba bajo la lluvia y las novicias, aunque perseguidas por los nazis, entonaban alegres gorgoritos.

Ahora, en una era en la que Estados Unidos debe mostrar un ánimo mundial festivo, la trayectoria se muestra de la siguiente manera: del cine al teatro y luego a la pantalla   grande. Regresa el musical pues, precedido de fuertes campañas publicitarias, las que suele usar la industria del séptimo arte y las audiencias son masivas. Abarcan públicos mucho más amplios que aquel que puede ver un espectáculo en Broadway.

La cartelera teatral musical alimenta sendas superproducciones fílmicas. Y hay de todo, desde aquella adaptación obvia, hasta guiones que no se hubiera imaginado uno en el cine.

Para muestra basta un botón o en este caso una  chaquira: Tootsie, la famosa película de 1982, dirigida por el talentoso Sidney Pollack en una de sus Opus Mayores, tiene ahora su adaptación teatral musical. Se presenta en el Marquis Theatre de lunes a domingo. La temporada inició el pasado 23 de abril y fue uno de los espectáculos protagonistas en la pasada entrega del Premio Tony. Cuenta con la dirección de Scott Ellis y la protagoniza Santino Fontana en el papel de Michael Dorsey/Dorothy Michaels en el papel que hiciera Dustin Hoffman.

El tema central: el descubrir el proceso de la creación artística por medio de la búsqueda en el interior queda algo más evidente en la obra de teatro. El filme de Pollack sugería los temas, pero en aquel entonces la finta fue el desempleo de un actor.

En esta ocasión, el guión y la idea original de Larry, Gelbart, Murray Schisgal, Robert Garland, Elaine May y ni más ni menos que de Barry Levinson, basados en una idea de Don McGuire y Gelbart le da paso a los números musicales de David Yazbeck.

Otro clásico hace su entrada en Broadway: Mujer Bonita. La película fue protagonizada por Julia Roberts y el siempre jetón menos cuando está con su perro Hachikö, Richard Gere. Dirigida por  el hábil y recién desaparecido Garry Marshall es un  clásico de la comedia romántica –detrás de cada filme  del género por cierto  hay una reafirmación moral-, la adaptación de algún modo parece lógica.

Las canciones son de la autoría del Arjona canadiense Bryan Adams –mala broma lo reconozco- y la protagonizan la británica Samantha Barks y Andy Karl. Por cierto el guión es del propio Marshall.

Si uno analiza el largometraje de 1990 la adaptación suena algo lógica. Muy en el tono de los espectáculos y filmes de los cincuenta. Estilo que en mucho caracterizó a Marshall. Se presenta en Nederlander Theatre.

El asunto que sí resulta un poco extraño es la adaptación de la Opus Mayor antes del estrellato definitivo de Tim Burton, ese tío rebelde que se nos aburguesa con los años: Beetlejuice. Y es que por principio de cuentas en la película de 1988 el guarro  fantasma apenas aparece.

El filme tiene un par de buenos números musicales, pero la adaptación teatral le apuesta a un espectáculo más colorido. Lo curioso también es que el largometraje de hace más de tres décadas tomaba mucho de El show de terror de Rocky, película dirigida por Jim Sharman en 1975. Que a su vez, era una adaptación de la obra  de Richard O’ Brien.

La película catapultó a una efímera fama a Michael Keaton (ADB/Antes de Batman) y ahora la obra es protagonizada por Alex Brightman, como el ordinario fantasma.

Se presenta en Winter Garden Theatre y ya que nos han dejado con las ganas de una secuela de la película, hay que hacer una vaquita para verla en Nueva York. No se recomienda para niños menores de 12 años. E ir al espectáculo antes de que a algún productor mexicano se le ocurra montarla y poner a alguno de los Bichir en el papel central.

Por cierto que esta semana llega a la cartelera cinematográfica nacional el remake de El Rey León (Jon Favreau, 2019) que ya pasó el círculo de la vida completo: del cine al teatro y de éste al cine.

El tema es largo y prometo una segunda parte. En tanto: Hakuna Matata.

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