*Ciudades del Norte se Caen a Pedazos
*Los políticos Luchan por el Poder y no Cumplen
Por Rafael Navarro Barrón
Los efectos morales de la cuarta transformación no han llegado al norte del país. Se han convertido en una visión lejana, improbable a muy largo plazo; sucede lo mismo con la lucha contra la corrupción en el programa estatal ‘justicia para Chihuahua’ o en las estridentes campañas municipales, solo verbales, que ni avanzan, ni dan resultado, ni se observan por ningún lado.
El dato es revelador: los gobernadores del estado de Chihuahua se han distinguido por emprender persecuciones políticas, muy lejos de implementar una cultura de la legalidad o la deseada recuperación de los recursos económicos desviados del erario público.
Los adversarios de los históricos gobernadores de Chihuahua han pisado la cárcel por el hígado encolerizado de los políticos que están al frente del poder ejecutivo estatal.
En el norte de México ocurre lo mismo que en otras entidades. Es notoria, muy notoria, la caída del apoyo social de los que nos gobiernan. No es propiamente un rechazo, ni un repudio, sino una marcada decepción que se ha traducido en una reacción mediática a través de las redes sociales.
Javier Corral, independientemente de las bondades de su guerra contra la corrupción, que tiene como figura central la detención de César Duarte y mantener en la cárcel a los coacusados del ex gobernante priísta, recibe rechiflas e insultos a donde quiera que va; todos sus twit terminan matizados de mensajes altisonantes y un abierto repudio a su gobierno.
Decenas de medios electrónicos e impresos publican inagotables historias en contra del gobernador Corral. La oposición de los periodistas se convirtió en odio al panista.
En el plano municipal, se observa un evidente rechazo a los programas de gobierno en Chihuahua y Ciudad Juárez.
Particularmente, en Ciudad Juárez, es más que obvio el rechazo a la figura municipal. La acusan del abandono en el que vivimos. Con mucho cinismo, gobierna la localidad más sucia de México. La frontera está abandonada en todos los sentidos.
Mientras, el alcalde Armando Cabada, está obsesionado por un programa tramposo de alumbrado público que le costará al erario 6 mil millones de pesos y endeudará a la estructura municipal por 15 años.
El proyecto de alumbrado, igual que en la ciudad de Chihuahua, con la alcaldesa panista, María Eugenia Campos, afronta el rechazo de una parte del poder legislativo y de la abierta oposición de algunos grupos de la sociedad civil. Hasta los empresarios están en contra.
Nadie cree que se Maru Campos y Armando Cabada intenten alumbrar las ciudades que gobiernan. La insinuación evidencia la sospecha de que intentan obtener dinero fácil – vía corrupción- para financiar sus respectivas campañas a la gubernatura; ambos quieren sustituir a Corral Jurado.
Aquí se inserta en una lacerante pregunta ¿a quién le corresponde investigar las sospechas?
En los gobiernos locales se sospechan muchas cosas, pero nada se investiga. El Congreso del estado tiene mayoría panista y un contrapeso de oposición que le ata las manos al gobernador. El problema se centra en las concertacesiones, en la forma vulgar en que los diputados opuestos al panista Corral Jurado se venden con tanta facilidad a sus intereses.
Se gobierna por compadrazgos, como sucede con Alejandro Gloria, del PVEM que ha otorgado su voto incondicional a su compadre Armando Cabada y su programa de alumbrado público.
Un diputado del PES, Misael Máynez, actualmente líder de su fracción, recibió del gobierno estatal una camioneta Yukon de reciente modelo, a cambio de votar por la reestructuración de la deuda pública. Ahora lo apodan el ‘diputado yukon’.
La Auditoría Superior del estado está en manos de Héctor Acosta Félix, un incondicional de Corral que ha empezado a perseguir a los políticos que gobiernan y que pueden ser una amenaza para el panismo en las próximas elecciones del estado de Chihuahua.
Y en Ciudad Juárez es el mismo cuento. Los regidores independientes, dirigidos por el alcalde Cabada, son quitados de sus comisiones cuando no están de acuerdo con el presidente municipal, como sucedió recientemente con el edil José Ávila Cuc. Fue mayoriteado por los independientes de Cabada para quitarlo de la cartera de Gobernación.
No se dice nada de los abusos policiacos. Ni un solo policía municipal de Ciudad Juárez, ni un agente de tránsito que asesinaron a golpes, ante las cámaras de un videoaficionado, a un escolta ebrio que se resistió al arresto y los retó.
La policía asesina, golpea, invade propiedades, roba, viola estudiantes universitarios y ninguno de ellos está en la cárcel.
Por eso la duda, las preguntas ciudadanas. ¿Quién nos protege de los malos gobiernos, de los gobiernos corruptos? ¿Quién nos protege de los gobernantes flojos, mal preparados y corruptos que no quieren hacer su misión?
No hay respuestas. La única respuesta es que en el 2021 habrá elecciones y que los electores se podrán desquitar en las urnas.
Ese consuelo no es suficiente, porque el estado y Ciudad Juárez, se nos caen a pedazos.