El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha decidido mantener, 45 días más, los operativos contra la migración indocumentada, que utiliza nuestro territorio para llegar a Estados Unidos, pero a cambio le ha pedido a la Casa Blanca bajar la guardia para convertir a México en un Tercer País Seguro, hacer más para detener el tráfico de armas y reinstalar el Programa de Repatriación (PRIM), que brindaba apoyo a los mexicanos repatriados de ese país y que fue cancelado por Donald Trump en 2018.
Durante la reunión que mantuvo, a puerta cerrada, el canciller Marcelo Ebrard con su contraparte estadounidense, el secretario de Estado, Mike Pompeo, en la sede de la cancillería, el responsable de la diplomacia mexicana le manifestó además la preocupación del gobierno de AMLO con respecto a los aranceles impuestos al tomate, argumentando que estas medidas afectan negativamente a más de un millón de empleos en México.
El encuentro, según informó la SRE, se llevó a cabo en un ambiente de cordialidad y derivó en resultados positivos para ambos países. Incluso, aseguró que en materia migratoria, el secretario Pompeo reconoció “los significativos avances de los operativos mexicanos”, en cumplimiento con el acuerdo entre ambos países alcanzado el 7 de junio en Washington, que según Ebrard han permitido disminuir 40% la migración hacia el norte.