La Rebelión Policial Anunciada e Ignorada

Del ABC Político

*Lorenzo Córdova y “no me ayudes Compadre”

*División Abierta por el Control del PRI

Por Gerardo Lavalle

A.- Ausencia de mando y maltrato provocaron la rebelión.

Mucho aguantaron los elementos, porque desde la campaña el entonces candidato los descalificó.

Y el jefe, el mando superior, nunca prestó atención. Su tiempo se gastó en la creación de la Guardia Nacional y punto.

Por ello, la semana pasada cuando menos mil 500 elementos se sublevaron e incluso humillaron a la comisionada, Rosalinda Trujillo, a quien encapsularon y acusaron de traidora. Algunas voces clamaban por quitarle el uniforme e incluso de cometer ilícitos mayores.

Los inconformes no quieren ser parte de la Guardia Nacional. Ya lo expresaron hace un par de semanas cuando se quejaron de las condiciones para realizar su trabajo en la estación migratoria de Ciudad Hidalgo. Como respuesta del comisionado del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño calificó a los federales de “fifís”. Su jefe, el de los policías, no salió jamás en su defensa.

Lo ocurrido el pasado miércoles es insólito. Los federales bloquearon carreteras y vías primarias. Querían ser escuchados. Desde temprana hora, iniciaron la rebelión. Y en la mañanera, el presidente López Obrador garantizó que todos los derechos les serían respetados.

Alfonso Durazo tardó horas antes de aparecer y dar a conocer que nadie sería despedido y tampoco obligado a formar parte de la Guardia Nacional, aunque formalmente los integrantes de la Policía Federal, que será extinguida, sin que medie reforma legal alguna para ello.

Sin embargo, corrieron las versiones de que se les estaba pidiendo la renuncia si no aceptaban ser parte de la Guardia Nacional.

Diversos integrantes de la PF hablaron de no querer ser parte de la GN porque “somos policías” y no “queremos estar bajo el mando militar”.

Denunciaron que todas las decisiones se toman desde los jerarcas de las fuerzas armadas –Ejército y Marina- y ellos, los federales, no son tomados en cuenta para nada.

El tema se venía venir. Solamente Alfonso Durazo y sus colaboradores no lo detectaron.

Porque desde el momento en que se decidió que un “general que realiza gestiones para su retiro” –todavía no las terminaba la semana pasada- quedara al frente de la nueva corporación, con lo cual se violentó lo aprobado por el Congreso que determinó que el mando recaería en un civil, hubo inquietud entre los miembros de la corporación.

Más aún: diversos actores políticos y periodísticos recordaron que el entonces candidato presidencial y hoy Jefe del Estado Mexicano, calificó a los federales de ineficaces y que solamente 20 mil elementos estaban en activo, porque el resto desarrollaba actividades administrativas.

La hoguera estaba por encenderse y nadie previó quitar los cerillos o encendedores. Vaya, desde la oficina del secretario Durazo arrimaron leña seca.

Con la puesta operación formal de la Guardia Nacional el domingo 30 de junio, en las instalaciones de la PF, allá en Iztapalapa, comenzó a gestarse lo que terminó en rebelión y ataque verbal en contra de la comisionada.

El mismo miércoles, el expresidente Felipe Calderón, a través de su cuenta de Twitter se dirigió al Presidente López Obrador y lo cuestionó: dijiste que la Policía Federal no servía… entonces ¿para qué la quieres?

B.- Poca ayuda brindó el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) Lorenzo Córdova Vianello al organismo y al sistema electoral del país.

Al proponer recortes presupuestales hasta por 7 mil millones de pesos que afectarán fundamentalmente a los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE), admitió que se gasta más de lo necesario.

De siempre, Córdova y los otros 10 consejeros electorales, defendieron su presupuesto y el de los OPLE’s bajo el argumento de que se desmantelaría el sistema electoral y se perdería la confianza de los ciudadanos.

Sin embargo, ante la constante de legisladores encabezados por Mario Delgado, jefe político de Morena en la Cámara de Diputados, Córdova presentó su “innovadora” propuesta: ajustar el presupuesto mediante el uso de las urnas electrónicas, con lo cual se ahorraría millones de pesos al no imprimirse las boletas; reducir diversas partidas, que no impedirían el desarrollo de los procesos electorales y revisar los salarios de los empleados.

Los casi 12 mil trabajadores de base que tiene el INE más unos 3 mil 200 con que cuentan los OPLE’s, no estuvieron conformes y ya se avisó que el sindicato no permitirá los ajustes.

Más allá de que se realicen o no, lo que evidenció la propuesta de Córdova es que hay exceso de recursos. De no ser así ¿Por qué la férrea defensa del presupuesto y el lloriqueo por el recorte de 700 millones de pesos para este año?

El INE tiene una obligación que no puede descuidar: la credencial de elector.

Y como el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas anunció que se desarrollará, ahora sí, la Cédula de Identificación, el propio Lorenzo Córdova puso el grito en el cielo.

Porque si avanza la Cédula, la credencial de elector perderá el privilegio de ser el “documento de documentos” en materia de identificación personal.

C.- Cuando faltan 30 días para la elección de la nueva dirigencia del CEN del PRI, las propuestas de las tres fórmulas se han perdido en el maremágnum de descalificaciones que se lanzan entre sí.

El señalamiento de Ivonne Ortega contra Rubén Moreira de haberla amenazado si se mantenía en la liza por la presidencia del PRI, evidencia de qué tamaño está la “unidad” tan proclamada por la actual dirigencia.

La carta de René Juárez Cisneros en la que pone la elección en manos de Dios, no tiene desperdicio.

Lo dicho comendador: los priistas no entienden que no entienden.

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