El programa Pueblos Mágicos, puesto en marcha en 2001 y que desaparecerá del presupuesto en 2020, se fue desvirtuando al integrarse nuevas localidades sin incrementarse los recursos necesarios para el mantenimiento de infraestructura turística, aseguró el secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués.
Explicó que el programa se desvirtuó cuando hubo una “camada” de nuevas designaciones en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, cuando el objetivo original era tener un pueblo mágico por cada una de las entidades federativas.
Ejemplificó que uno de los primeros pueblos mágicos, San Cristóbal de las Casas, pudo recuperar, mejorar y embellecer su centro histórico. Sin embargo, al haber nuevas designaciones los recursos económicos fueron limitados y esa localidad de Chiapas no continuó con los trabajos de mejoramiento y mantenimiento óptimos.
Sólo el año pasado, el gobierno de Peña Nieto nombró 9 localidades y en el último año de gobierno de Calderón Hinojosa hubo 34 nombramientos. Este año el programa pueblos mágicos no recibió recursos económicos y en 2020 se prevé su eliminación del presupuesto.
Torruco Marqués aseguró que el gobierno mexicano decidió no realizar ninguna auditoría a los pueblos mágicos porque eso hubiera significado crear conflictos con los municipios y sus presidencias, y al menos 80 localidades habrían perdido la denominación.
Por ello, la secretaría de Turismo optó por llevar a cabo un programa que denominó “barrer y pintar”, en el cual los municipios deberán ordenar el comercio ambulante y el gobierno federal, en colaboración con la empresa de pinturas Comex, pintará las fachadas de edificios.
Otro apoyo será la creación del primer Tianguis de Pueblos Mágicos, que antes era conocida como una Feria. De acuerdo con Torruco Marqués, ese Tianguis tendrá el mismo objetivo y el mismo esquema que el Tianguis México que se realiza anualmente en un destino turístico del país.
El funcionario federal agregó que el programa, como tal, no desaparecerá y aseguró que en 2020 serán ingresadas más localidades, “pero sin excesos”.