*En el CCE Reclamos de los Radicales: “Se los Dije”, Advierten
*La #4T Camina, el Problema es que no Saben a Dónde y por Dónde
Por Jaime Contreras Salcedo
Hace unas horas, en desayunadero político económico de moda, nos encontramos con un viejo amigo economista, característico porque aún en los peores momentos de su vida, siempre ha portado su corbata de moño y su lucidez para salir de todos los entuertos. Lo ha logrado, sin duda.
Nos referimos en la consabida plática, como siempre, a eso que llamamos economía macro desde hace ¿30 años? y comentamos que las señales en la actualidad dejan claro que las cosas no van nada bien en apenas seis meses de la nueva administración. Hay coincidencia plena con el experto: el ego del inquilino de Palacio y la probada ineficacia de buena parte de su equipo lo están trompicando todo, en un retorno del reloj de Benjamin Botton, sin alternativa alguna y con daños que pudieran ser irreversibles, si no se adoptan medidas urgentes en diversos sectores.
Uno de los más vistosos, no necesariamente el más crítico, es el caso del rubro energético, en donde sabemos invertir un peso para producir un empleo es muy caro, con un largo tiempo para que empiece a fructificar y regrese a nivel cero el dinero apostado, y muchos años para cosechar los beneficios.
En el inter, cómo no, azuzado sin duda por el Jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo Garza, el presidente Andrés Manuel López Obrador, signó hace una semana un “compromiso” ni más ni menos que con la cúpula del sector privado, mediante el cual se apostaría la friolera de 32 mil millones de dólares y en donde se resaltaba el pedimento del Ejecutivo para que confiaran en él, y solo en él, en eso de empujar “el elefante reumático” que hace las veces de gobierno, e invertir ese dinerito.
A cambio, el dirigente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelí, solicitaba cosas muy simples para que ese dinero llegara sin ambages a la economía nacional: estado de derecho elemental, política fiscal que no variara al compás de los requerimientos de las arcas públicas, seguridad pública en todos los ámbitos alejada de la violencia y la delincuencia, así como tranquilidad laboral en eso que llamamos territorio de este país.
Recuperemos el tema de la energía. Unas horas después de la firma “histórica” –el calificativo se lo puso el propio AMLO-, cuando desde la anulada Comisión Nacional de Hidrocarburos le salieron con que siempre no. Y que eso de las próximas rondas de licitación de pozos petroleros, anunciadas para octubre, se cancelaban en forma indefinida sin argumento alguno. Y háganle como quieran.
Pero cómo son los tiempos. En una postura que dejó atónito a los integrantes del mismo CCE, Salazar Lomelí fue a llorarle a Romo Garza quien se dijo tan sorprendido como el quejoso por lo que estaba ocurriendo y tras el llanto conjunto dijo que… le iba a preguntar al Presidente “ora que me dé cita”.
De entrada, titubeante, el interpelado dijo no saber primero cómo estaban las cosas y descartó un presunto conflicto con los que trabajan de empleadores y capitanes de empresas. Pero una vez que se dijo enterado, puso en tela de juicio a sus amigos, a aquellos que felicitaba horas antes por ayudarle en la bronca mega brutal que se había aventado el canciller con los estadounidenses por lo de los aranceles y la política migratoria. Tengan su chocolate. Si te vi ni me acuerdo, ni te oigo, por supuesto.
Más aún, y de pura pasada, los regañó porque eso que dicen que hacen los empresarios, invertir, no es en el caso de la energía en donde “hay una cláusula” que les obliga a meter dinero –en otros pozos, se entiende- y si no se ve nada, pues no avanzan las otras rondas, cosa que algunos interpretarán como una ilegalidad, como una clara señal de que no confiamos en ustedes, pero nomás algunos, es lo bueno. Mientras tanto, la cuarta transformación sigue tan campante. Nos cuentan los que de esto saben.
¿Y esto qué significa? ¿Qué los 32 mil millones de dólares comprometidos y firmados se quedarán en el limbo? Al no cumplirse los elementales elementos que están solicitando los capitanes de empresas, ¿podríamos derivar que al diablo las instituciones, públicas en este caso? Obviamente habrá una serie de proyectos que ya estaban en el horno y que suelen salir a la intemperie cuando de fasto y fiesta se trata, pero otros que se anunciaron –y más en el campo de la energía- pues se irán directamente a la basura y no precisamente de la historia.
El problema no es que se frenen esos capitales. Lo que nos decía el hombre del corbatín de moño es, nuevamente, la pésima señal que se envía a todo mundo y que nos debemos comer sin hacer gestos el resto de los mexicanos. Es la tela destejida por la noche, con tal de que nadie ocupe el lugar que Ariadna guarda celosamente para el regreso del amor a sus brazos, parafrasea con humor de norteño nuestro personaje inolvidable.
Quienes son los más radicales y piensan mal, los integrantes de la Coparmex, añade en forma lacónica nuestro personaje, ya se quejaron con el señor Salazar, recordándole lo que no querían hacer: “te lo dijimos”. Le reclaman su cercanía con Romo y con el propio Señor de Palacio (al grado que se le mencionó pudiera ir, incluso, como titular a ¡la cancillería! hace unos días), a los que trata de calmar aduciendo que, ni hablar, no le han pasado las tarjetas buenas y puntuales al Presidente. No, bueno.
Más allá de hundir el aeropuerto nonato, por encima de dejar para después las presuntas obras cumbre del sexenio, el tren avecindado en la zona maya y el transístmico y ni hablar de la refinería que, a la larga, no le va a servir a nadie en un mundo que usará energías alternativas más baratas y duraderas, lo que queda claro es que de proseguir esta senda, la administración federal encarará muchos problemas y se quedará aislada, echándole la culpa a las caducas calificadoras, a los agoreros del infortunio, a los perverso que le dejaron un cochinero y, en fin, a la corrupción que nos ha dañado hasta el tuétano. Y la vida seguirá.
Estas Lascas Económicas andan un poco deprimidas por la desaparición anticipada de algunas piedras de mar que regresaron a su oceánico territorio para engrandecer las aguas en esto de la Tierra como planeta. Pero tiene otras alternativas para, evocando a las idas, seguir trabajando por cambiar lo que hay que cambiar en este mundo mundial. Y los espera, sin falta, en este espacio, la semana entrante.Jacs95@hotmail.com.