Por Verónica V. González y Arnoldo Piñón
Organizado bajo el auspicio de diputados de Morena y Partido del Trabajo (PT), el Sindicato Nacional Auténtico y Democrático de los Trabajadores del ISSSTE, parecía tener en la 4ta Transformación y la recién aprobada reforma laboral, campo propicio para un crecimiento espectacular. Sus dirigentes recibieron, en una clínica en el estado de Guerrero, una contundente bofetada de realidad.
En efecto, en la Clínica Hospital de Iguala, los trabajadores sacaron a los dirigentes del nuevo sindicato, quienes pretendían convencerlos para que renunciaran a su afiliación al Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE (SNTISSSTE). Entre gritos de “¡fuera! ¡Fuera!”, los expulsaron de las instalaciones.
Juan Pablo Agustiniano, Lourdes Mendoza, Miguel Robles, Orlando Méndez y otros integrantes del SINADEISSSTE, escucharon reproches de que ya habían participado y que habían perdido, por lo que se les obligó a retirarse sin que lograran su cometido de convencer a los trabajadores para que se afiliaran a ese sindicato.
A su vez la doctora Marisol Galindo, secretaria de relaciones internacionales del SNTISSSTE, le dirigió una durísimo carta a Carlos Rubén Alvarado Manríquez, secretario general del nuevo sindicato, al que le reprocha obedecer al senador de Morena, Napoleón Gómez Urrutia “que defraudó con 55 millones de dólares a los mineros” y por Reginaldo Sandoval “acusado de corrupción y desvío de recursos”, y le recuerda que fue destituido de la secretaria de bolsa de trabajo de la sección XXI de Michoacán por haber incurrido en actos de corrupción como pedir dinero para propuestas y plazas.
Le critica también que se refiera a Luis Miguel Victoria, presidente del SNTISSSTE como “líder charro”, al que después de ser destituido de la dirigencia seccional le rogó le mantuviera a él y a las que llama sus “adelitas” las licencias sindicales con goce de sueldo como vulgares aviadores.
La doctora Galindo, ex secretaria general de la sección III “Clínicas de medicina familiar” en la Ciudad de México, le cuestiona al secretario general del SINADEISSSTE por qué no le exige al gobierno la entrega total del presupuesto para el instituto, mientras se beneficia de las conquistas laborales que durante 59 años ha logrado el SNTISSSTE.
Incluso le recrimina que dos de sus más cercanas, Martina Villa Morfín y Berta Alicia Pasaye Contreras, hace menos de un año eran de las más fervientes simpatizantes de José Antonio Meade como candidato del PRI a la Presidencia de la República, y en la actualidad se dicen orgullosas de pertenecer a la 4ta Transformación del gobierno del presidente López Obrador.
También le pide aclare cómo es que su sindicato se denomina “demócrata” y se auto eligió como secretario general, pues nunca ha presentado una convocatoria a una asamblea general o cuando mucho a una reunión de pasillo.
Así se entiende, le dice, que de 66 trabajadores que originalmente se habían afiliado al nuevo sindicato, varios de ellos hayan presentado su renuncia.
La expulsión de dirigentes del nuevo sindicato del ISSSTE en la Clínica Hospital de Iguala, evidencia el desencanto que entre grupos de trabajadores del sector público, con el gobierno de la 4ta transformación.
PARA LA AGENDA
Lamentablemente los excesos de unos cuantos se convierten en bandera para desacreditar los logros y conquistas que organizaciones como el SNTISSSTE han logrado en casi seis décadas.
Los excesos que más se critican, son los de la familia de Francisco García Culebro, quien mantiene a sus hijos Francisco Enrique y Erick Arturo, en la secretaria general de la sección VI EBDI’s y presidente de la Comisión Nacional de Auxilios -él mismo es el tesorero-. Y apenas el 16 de octubre de 2017 ingresó a su hija más chica, Delmy Enriqueta García Varela Salamanca a la Estancia de Bienestar y Desarrollo Infantil número 117 -número de empleada 377515- y a la que otorgó comisión sindical a partir del 1 de junio de 2018.
Entre esos excesos destacan los casos de las hermanas Pamela Dominique -número de empleada 346349-, Ana Sofía -número de empleada 353848- y Sarah Raquel -con número de empleada 361732- Aguilar Figueroa, a las que incrustó en la dirigencia sindical seccional que maneja su hijo mayor, pese a que es un secreto a voces la labor que en realidad desempeñan, particularmente la primera de ellas.