La cineasta María Novaro asegura que nunca se vio realizando un trabajo como funcionaria pública, pero que la realidad del país la llamó a colaborar en el proyecto del gobierno actual, por lo que aceptó la dirección del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) desde diciembre pasado.
“Amo mucho mi gremio; al cine mexicano le he dedicado mi vida. Son 40 años haciendo cine y le he hecho de todo, produzco, dirijo, escribo, conozco varias cosas. Siempre he sido una persona que piensa que México puede ser un mejor país de lo que me ha tocado vivir”, asegura la directora de cintas como Lola, Danzón o Las buenas hierbas.
“Sí estuve de corazón en la campaña de Morena, y luego me dijeron ‘Te toca. Te sacaste la rifa del tigre’, así fue. Y lo pensé mucho, y me dijeron ‘Te toca’ y por eso estoy, porque sí me tocaba. Ojalá tenga vida y fuerza para saliendo de aquí volver a filmar. Pero también he dirigido mucho. Tengo una vida muy plena, soy una persona feliz”, expresa la egresada del otrora Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC-UNAM).
Pero sus primeros meses al frente del Imcine no han sido fáciles para María Novaro primero la polémica que se desató por la posible desaparición de la plataforma FilminLatino que opera el instituto, después su regreso intempestivo del Festival de Cine de Cannes que la puso en el ojo del huracán, además de enfrentar el recorte presupuestal del organismo cinematográfico a su cargo y tratar de elaborar un plan de trabajo en tiempos de austeridad.
Cabe recordar que al Imcine se le redujo su presupuesto para 2019 en un orden de 40 millones de pesos, para operar ahora con recursos de alrededor de 225 millones de pesos, y la disminución en su plantilla de trabajo. “Éramos 143 personas y quedamos 77. El recorte fue real para lo administrativo, pero no para lo sustantivo”, dice.
En mayo pasado Novaro viajó al Festival de Cine de Cannes, sin embargo, al recibir la no autorización de su viaje por parte de la Presidencia de la República, ella tomó la decisión de volver, explica a los lectores de El Sol de México y su agenda fue atendida por el embajador de México en Francia y su equipo de trabajo.
Destaca que ella tenía la autorización de la Secretaría de Cultura, pero durante su estancia en el certamen francés recibió la notificación de la cancelación para funcionarios públicos de los viajes internacionales. Un nuevo aprendizaje.
Para María Novaro es claro que los funcionarios no van a viajar, pero sí las películas y los creadores mexicanos, y esto no afectará la presencia de nuestro país en festivales internacionales, donde el cine nacional ha tenido grandes éxitos en los últimos años, pues “afortunadamente Imcine está muy bien posicionado a nivel mundial”.
Habrá un nuevo diseño por vía de nuestras embajadas, de nuestro cuerpo diplomático y nuestros agregados culturales, incluso las videoconferencias podrán ser un recurso de vinculación, menciona.
Ante el cuestionamiento de cómo podrán viajar los cineastas, Novaro precisa que ahora se deberá pasar por nuevos filtros, ya que el director general de Promoción y Festivales Culturales de la Secretaría de Cultura, Pablo Raphael, “me pide que Imcine tenga muy claras las prioridades cuando los creadores tengan que viajar a los festivales, cuáles son las películas que hay que sostener. El trabajo de Imcine consistirá en coordinar que vaya la gente de la mejor manera posible”.
El Instituto además se regirá por nuevas líneas de acción que solicitará a quienes se beneficien de estos apoyos: “Cuando se le apoye para ir con una película o a participar en un encuentro cinematográfico, ese creador tiene que comprometerse a una retribución social: llevar los catálogos de Imcine, atender necesidades que tenemos, dar una charla, o regresar e informar aquí. El apoyo que se les dé a toda la gente que viaja con películas, estará acompañado de un compromiso de apoyarnos a la política que estamos construyendo”, explica.
María Novaro asegura que durante los dos días que trabajó en Cannes, pudo concretar algunos acuerdos con directivos de los principales festivales del mundo para realizar acciones de cabildeo sin tener que viajar.
“Logré invitar a algunas personas a México: la directora de la sección Generation de Berlín, Maryanne Redpath, que dentro de sus responsabilidades también está la sección indígena. A Violeta Bava, programadora dentro del BAFICI, pero sobre todo ahora de Venecia; con ella acordamos que vendría en septiembre u octubre, incluso me dijo que ella cubriría los costos del boleto, al igual que la productora Ilse Hughan, que fue parte del Festival de Rotterdam, también me aseguró que venía y se pagaba su boleto”.
La realizadora asegura que también pudo entablar relación con el director del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, donde se presentará la retrospectiva de Roberto Gavaldón que se exhibió durante abril en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. “Además me confió qué película mexicana ya quiere para selección oficial, entonces ya sé que habrá presencia nacional y nuestro país va a estar muy bien representado”, adelanta.
Para mantener el interés internacional en el cine mexicano, Imcine también tiene la prioridad de ampliar la diversidad en los contenidos que se producirán a través de los diversos apoyos que el instituto ofrece. “Creo que el cine mexicano en medida de que tenga ofertas diferentes y salgan películas distintas fuera del molde nos puede ayudar y eso entra en mis planes de impulsar más el cine regional y el cine indígena, que existe, está ahí y le falta un empujón”, comenta.
Estos apoyos se realizan a través un programa de apoyo al cine indígena donde se busca resolver problemas de todo tipo. “Que las propias convocatorias de los fondos estén traducidas a la lengua que las solicite. En algunos casos estamos viendo cómo apoyamos en edición y post producción porque (las comunidades) sí están filmando, tienen escuelas y procesos formativos.
“Está muy claro que lo primero es proteger la producción cinematográfica. Los tres instrumentos: Eficine, Fidecine y Foprocine quedaron intactos en su presupuesto. Este año tendremos resultados similares a los anteriores, con alrededor de 186 producciones, ojalá lleguemos a las 190, pero cuidando que se mantenga la diversidad, que no haya estas tendencias de sólo producir un tipo de película por influencia del mercado, sino preservar la riqueza cultural del país”, destaca.