Entre protestas feministas, Alain Delon recibe Palma de Oro en Cannes

Con lágrimas en los ojos, el mítico actor francés recibió el domingo una Palma de Oro de honor en el Festival de Cannes, a pesar de las protestas de asociaciones feministas que lo acusan de violencia de género.

«Hacía tiempo que no había llorado tanto», admitió el actor de 83 años, al recibir esta recompensa de manos de su hija Anouchka, entre una lluvia de aplausos.

En una sala abarrotada, en presencia del presidente del certamen, Pierre Lescure, y de su delegado general, Thierry Frémaux, parte del público llevaba una chapa con la palabra «star», en alusión a la que el actor llevó en el festival en 2007.

«Esta noche es un poco un homenaje póstumo, pero estando vivo», dijo. «Voy a irme, pero no me iré sin darles las gracias».

«Si soy una estrella, y es por eso que quiero agradecerles, se lo debo al público y a nadie más», prosiguió, señalando sin embargo que pensaba en dos de las mujeres de su vida, las actrices Mireille Darc y Romy Schneider.

Antes, el ícono del cine francés saludó a una multitud de seguidores en la alfombra roja, mientras sonaba la música del filme El clan de los sicilianos, que protagonizó con Jean Gabin y Lino Ventura en 1969.

Esta Palma de Oro honorífica había desatado una polémica incluso antes del inicio del certamen. Un grupo de feministas reprocharon al actor ser «racista, homófobo y misógino», según los términos de la asociación estadounidense Women and Hollywood, basándose en declaraciones que hizo en el pasado.

Una petición con más de 25 mil firmas solicitó a los organizadores del certamen «no homenajearlo».

«No hay homenaje para los agresores», reaccionó también el colectivo francés Osez le féminisme. «¿#MeToo no nos ha enseñado nada? Exigimos que el Festival de Cannes rechace homenajear a un agresor misógino».

«No es obligado estar de acuerdo conmigo. Pero hay una cosa en el mundo de la que estoy seguro, de la que estoy orgulloso, realmente, una sola, mi carrera», declaró el actor al recibir el premio. «Esta Palma de Oro me la dan por mi carrera y por nada más».

En el periódico francés JDD, Delon acusó a sus detractores de haber «inventado declaraciones».

«No estoy en contra del matrimonio gay, me da igual : la gente hace lo que quiere. Pero estoy en contra de la adopción por parte de dos personas del mismo sexo (…) ¿Dije que había abofeteado a una mujer? Sí. Y habría tenido que añadir que he recibido más bofetones de los que he dado. No he acosado a una mujer en mi vida».

Denunciando una «policía política», Frémaux, defendió al actor al inicio del certamen: «Alain Delon tiene derecho a pensar lo que piensa», dijo, estimando que «es difícil juzgar con la perspectiva de hoy cosas hechas o dichas» en el pasado. «No le damos el Premio Nobel de la Paz», zanjó.

Estuvo en La Croisette por última vez en 2013, para la proyección de una copia restaurada de «A pleno sol» de René Clément, «su maestro absoluto», después de haber presentado en 2010 una versión restaurada de El gatopardo.

Antes, sin embargo, se negó durante 10 años a poner los pies en el festival, indignado por no haber sido invitado, como Jean-Paul Belmondo, a las celebraciones del 50º aniversario de la muestra, en 1997.

En 1961, estuvo por primera vez en la alfombra roja con «¡Qué alegría vivir!» de René Clément, en competición, y repitió con «El eclipse» de Michelangelo Antonioni en 1962, Premio del Jurado, y con El gatopardo de Luchino Visconti, Palma de Oro en 1963.

Pero en 1976, cuando presentó El otro señor Klein de Joseph Losey, el filme tuvo una mala acogida, lo que exasperó al actor.

Aunque en 1990 volvió a la competición con Nouvelle vague de Jean-Luc Godard y se reconcilió con La Croisette, siguieron unos años de tensión, que incluso lo llevarían a decir en 2006 que «nunca más» subiría la escalinata del Festival.

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