Por Rosalío Martínez Blancas
El Congreso de la Ciudad de la Ciudad de México aprobó la Reforma Educativa con 46 votos a favor, 13 en contra y cero abstenciones.
Se trata del proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de los artículos 3º, 31 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia educativa para los efectos del artículo 135 Constitucional.
Así, la Vicecoordinadora de la diputación de Morena, Valentina Batres Guadarrama manifestó que esta reforma es distinta a la del 2013, derivado de que se elimina la evaluación punitiva y se procura la calidad de la educación por encima de cuestiones administrativas.
“No era el proceso pedagógico el centro de lo que se estaba evaluando, sino el sometimiento administrativo y el conocimiento actualizado de las nuevas disposiciones jerárquicas que disponía el proceso administrativo educativo”, dijo.
Asimismo, expresó que en la reforma de 2013 no se pensó en las niñas y los niños, sino en orientar la educación hacia un modelo de negocio, donde fortalecieran a los sistemas privados educativos y no la obligación del Estado de impartir educación pública, laica y gratuita.
En tanto, la diputada del PAN Margarita Saldaña Hernández advirtió que la reforma en discusión no beneficia al aprendizaje de México, sino beneficia a grupos que apoyaron a Morena durante el proceso electoral del 1 de julio.
A su vez, el morenista Norberto Nazario Sánchez diría que con la Reforma Educativa se busca terminar con la corrupción, ya que existen más de 9 mil comisionados y más de 6,000 maestros aviadores. Del 2000 al 2017, “la Auditoría Superior de la Federación elaboró más de dos mil pliegos de observaciones por presentar irregularidades y daños patrimoniales, durante los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto”, aseveró.
Mientras que la también morenista Guadalupe Morales Rubio opinó que más que una reforma educativa, es una reivindicación al quehacer magisterial que ha forjado su vida y entregado su tiempo, esfuerzo y dedicación para dar a todas y a todos lo mejor de ellos y de ellas.
“Lo que tenemos que hacer es celebrar la derogación de la mal llamada reforma educativa, que fue una promesa de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador, derivado de las arbitrariedades que se llevaron a cabo con los maestros, ya que sólo fue una reforma laboral”, concluyó.