*Ocurren en Familias, en Escuelas y Dependencias
*También en las Iglesias, Aunque en Menor Proporción
*Un Problema Antropológico, Social y Universal
*El Acto de Contrición de la Iglesia en Nuestro País
*Se Abolirá que la Religiosa Sólo Esté en la Cocina
Por Jesús Michel Narváez
Todo mundo lo sospechaba, pero el “cuarto voto de silencio” defendía férreamente a su líder, hasta que se quebró y Marcial Maciel quedó expuesto y las denuncias por sus actos de pederastia y de haber roto el voto de fidelidad a Dios al descubrirse que, en España, vivían cuando menos 4 de sus hijos. Inició el principio del fin de quien allegó cuantiosos fondos al Vaticano.
Fue en 1998 cuando el calvario del “Legionario de Cristo” comenzó, hasta que cayó hincado tres ocasiones y fue destituido de la dirección de aquella cofradía que recibió apoyo desde el papa Pío XII, encontró protección en Juan Pablo II y fue denunciado por Joseph Aloisius Ratzinger durante el cónclave para elegir al sucesor del pontífice polaco lo que le valió convertirse en el 265 representan terrenal de Jesucristo.
Tema espinoso, el de la pederastia, que en México se pretendió ocultar y se hizo cuando menos por tres décadas. El silencio que se volvió grito ante multitudes, abrió la ventana para que todos los secretos salieran a luz pública.
Pasados 20 años, la Conferencia del Episcopado Mexicano tuvo un acuerdo: fue la aprobación unánime del plan nacional de protección a menores que pasa por la instalación de comisiones diocesanas o provinciales.
MISIÓN POLÍTICA realizó una entrevista con monseñor Alfonso Miranda Guardiola,
Secretario General de la CEM, en la que no rehuyó el tema sino lo abordó con claridad.
En la misma hace el recuento de la aprobación de diversos temas durante la reciente Asamblea Plenaria y expone que la Conferencia tiene 95 diócesis en el país y cuenta con 18 regiones o provincias.
“Actualmente tenemos decretadas 5 Comisiones y en estos días próximos otras 5 más, para sumar 10 Comisiones diocesanas, de 90 o más que queremos tener en todo el país. Básicamente el trabajo tiene que ser de prevención, de actuación jurídica, de talleres, de asesoría a todos los seminarios, a las diócesis a los obispos y el respeto a la ley”.
No concluye ahí. Va al fondo.
“Además, lo que tiene que ver con la campaña de la denuncia y la actuación e información a los Ministerios Públicos o Fiscalía, también lo concerniente a subsidios, protocolos, manuales de atención, ambientes seguros, parroquia segura, todo lo que tiene que ver con seminarios, formación permanente de sacerdotes, etcétera”.
Revela que les fue muy bien en la Asamblea Plenaria 107, celebrada en Izcalli, en el Estado de México a la que acudieron 130 obispos, además de secretarios Ejecutivos, y se trabajó primordialmente en los temas que son importantes como protección de menores, migrantes, clero y jóvenes.
“Pudimos aprobar un equipo, una Secretaría para dar continuidad al proyecto global pastoral, que es un proyecto nacional de la Iglesia Católica en México; también un plan del Consejo Nacional de Protección a Menores, que ya tenemos aprobado desde noviembre pasado con líneas de acción y objetivos”, añade.
El prelado responde a la pregunta: Estas medidas frenarán de alguna manera las acciones que se han dado sobre el particular y que se han ignorado, no podemos ocultarlo y que ha afectado a muchos niños y jovencitos. ¿Qué se haría en caso de que se descubra una actitud incorrecta de algunos sacerdotes?
MAG: El problema es antropológico, social y universal; la iglesia forma parte de la sociedad y es universal, por tanto, este problema ha tocado como parte de la sociedad a la Iglesia, a los sacerdotes y a partir de 1997 en México, en 2002 en Boston, es que ese tema tomó proyección a nivel mundial y hubo una conciencia social, de la gravedad de este delito donde anteriormente, sin quitar la gravedad, no era percibido.
“En la Iglesia, por su vocación de santidad, por su vocación de dirección espiritual, es escandaloso que exista este tipo de comportamientos. La Iglesia a partir del año 2000, universalmente ha estado produciendo toda una serie de leyes a nivel canónico, manuales y protocolos a nivel Roma, a nivel de Diócesis, a nivel Colegios, como ninguna otra organización en el mundo. La Iglesia ha tomado este caso con toda la responsabilidad, con toda la valentía, queriendo no tener uno más. Para cualquier caso que en este momento se encuentre, hay una serie clara, especifica de actuación, del obispo en cuanto a notificación a la Fiscalía y en cuanto al procedimiento civil y canónico, que tiene que enfrentar el acusado de pederastia”.
En México se puede pensar que este es un problema serio y que siempre ha existido, pero se ocultaba. Ahora con más comunicación y transparencia se conocen los casos.
MP.- ¿Son un problema serio los casos de clérigos a todas luces condenables?
MAG: Es un problema gravísimo, porque en las estadísticas públicas son 600 mil casos en México, donde hay una proporción muy reducida cometida por clérigos, pero este es un tema de salud social, porque se presenta en familias, en escuelas, en diferentes áreas y dependencias sociales y la Iglesia atendiendo y atacando este problema de raíz en lo interno, tendrá que servir de modelo de ayuda a los demás casos que se presentan fuera de su entorno y que lamentablemente no son conocidos y no son notificados a la autoridad.
CORREGIR ERRORES Y RECUPERAR FELIGRESÍA
Durante la Reforma -1858-1861-, el Estado ordenó e instrumentó la separación de la Iglesia. Sin embargo, el número de feligreses que profesaban la religión católica era virtualmente el total de la población.
Con el paso de los siglos y particularmente en las últimas tres décadas, la reducción de católicos es significativamente menor. Según datos del INEGI, de cada 10 mexicanos 8 se dicen practicantes del catolicismo. Quizá se mantenga el número de bautizos y confirmaciones “porque así lo ordena la tradición”, pero el número real de feligreses que acuden a algún templo a escuchar misa o a confesar sus pecados, va a la baja. El secretario general de la Conferencia Episcopal Mexicana, admite la deserción.
Se le pregunta:
MP: ¿Que van a hacer ustedes para recuperar gran parte de la feligresía que de acuerdo a los datos que tenemos se ha ido deteriorando en nuestro país?
Sin cortapisas, sin eludir la responsabilidad y con un giro de 180 grados que transporta de la secrecía absoluta a la realidad vigente, el entrevistado responde:
MAG: Somos conscientes de que desde hace algunos años, lamentablemente debido a una actuación eclesial no como se esperaba, no solamente en la cuestión de abuso sexual, sino también en nuestro trato, recepción, acompañamiento de personas, nos hemos visto afectados con la disminución de la feligresía, a nivel latinoamericano y a nivel México.
Dice que el primer caso para recuperar a quienes se han alejado de la Iglesia Católica es tomar conciencia de “nuestra realidad, de las fallas, defectos, errores que hemos cometido y en un ataque frontal desde el interior de la iglesia hacer las correcciones, las rectificaciones y los cambios urgentes para sanar”.
Sostiene que desde este trabajo interno de “sanación”, se busca recuperar la credibilidad de la iglesia.
“Estamos persuadidos, estamos conscientes y con toda la mente y el corazón metidos en un trabajo de reingeniería, en un trabajo de sanación fuerte, porque lo que nos interesa en primer lugar es ser testimonio creíble, de otra manera una llamada falsa no tiene sentido, tiene que ser una llamada autentica que sale de un corazón limpio, ordenado y que de testimonio de acciones creíbles, agrega.
MP.- ¿Cambiará la forma de dirigirse a los feligreses, hay alguna postura que permita recuperar esa confianza?
MAG: Hoy en nuestra formación integral católica se habla de la humildad, se habla de posturas no elitistas, de acuerdo al Papa Francisco hoy se habla fuertemente de la conversión personal, pastoral, empezando por los obispos, los sacerdotes, un testimonio humilde y sencillo en nuestro trato y en nuestra forma de vida.
MP: ¿Esto implica que los lujos en que vivieron muchos obispos, y lo digo porque se dio a conocer públicamente, significa que llegaron a su fin?
MAG.- Habría que señalar quizá en algunas personas, porque no podríamos generalizar; hay obispos y sacerdotes muy humildes, que están en la periferia, y bueno los sacerdotes y obispos no vivimos en mansiones, ni en colonias de lujo.
MP.- Bueno algunos sí padre…
MAG: Bueno usted me da la razón, una cosa es decir algunos y otra cosa es decir todos, hay de todo en la Iglesia, somos hombres y como todos, tenemos errores y tenemos pecados, pero también tenemos anhelos de santidad y anhelos de servir al pueblo de Dios con humildad.
¿TIEMPO DE SACERDOTISAS?
Bajo la postura del Papa Francisco de dar probablemente opción a que existan sacerdotisas, algo impensable en la historia del catolicismo con la excepción de Lucrecia Borgia, el número dos de la CEM sale al paso:
“Ya están incorporadas, por ejemplo, en México tanto en la Conferencia Episcopal Mexicana, tiene puestos directivos, nuestra Directora de Comunicación en la CEM, es una dama, nuestra Directora del Observatorio Nacional, es una dama, la directora de Comunicación de la Arquidiócesis es una dama, entonces no es que no estén tomadas en cuenta, que hacen falta más estamos totalmente de acuerdo, hace falta quitar la imagen de la religiosa como una persona que solamente ayuda en la casa, con la limpieza y la cocina, y por supuesto que tenemos que reconocer el valor superior que tienen, en puestos directivos, en organización de Dirección, en puestos altos de la iglesia.
MP.- ¿Y la posibilidad de que en algún momento las mujeres puedan ser sacerdotisas?
MAG: Es una eterna pregunta y se han dado diferentes respuestas en la Iglesia…
Alfonso Miranda Guardiola, respira profundo, hace una pausa y retoma su respuesta:
“Creo que mucho ganaríamos recuperando el aprecio y valor que tiene la mujer como portadora del genio a la humanidad, creo que en la Iglesia tenemos una deuda con ellas y tenemos que irlo alcanzando.
MP.- ¿Cómo podría definir el cambio que se puede ir gestando en la Iglesia Católica mexicana, a partir de esta nueva percepción que tienen y del seguimiento que han dado que confirma la pérdida de feligreses?
MAG: Primero que nada hay que tomar conciencia del lugar que tenemos, tampoco podemos vernos o ver a la Iglesia como un aspecto negativo, sin reconocer todo lo positivo e inmenso que hace en múltiples temas y acciones donde solamente la Iglesia está presente, especialmente en el tema de migrantes y enfermos terminales, enfermos de Sida, múltiples desaparecidos, a familias, a tantas cosas, que miles de sacerdotes están trabajando incansablemente.
“Entonces, así como debemos tomar conciencia de nuestros errores, alcanzar lo que nos está faltando con lo que tiene que ver de la tecnología, por supuesto reconocer que nos falta mucho para recuperar la credibilidad, pero al mismo tiempo debemos reconocer que se hacen grandes cosas por los necesitados”.
Para concluir, revisa lo que desde la Iglesia Católica se hace por los migrantes con financiamiento propio y de organizaciones sociales y caritativas como Cáritas e informa que “estamos volcados en la atención a los migrantes -para la Iglesia si es una obligación- en todo el territorio nacional desde Tapachula hasta Tijuana y están religiosas, sacerdotes, obispos, laicos, trabajando en las casas de migrantes, en acompañamiento a pie de las caravanas, atendiendo ayuda humanitaria, en todo sentido: agua, techo, vivienda y medicina, tanto en Tapachula donde está ocurriendo ahora una emergencia humanitaria como en el recorrido y las diócesis.
“Estamos muy atentos con todo nuestro equipo, con todo nuestro arsenal, llámese Caritas internacional, albergues, casa de migrantes, ya entramos en colaboración con el Gobierno, a nivel federal y estatal para bordar de una manera conjunta la emergencia humanitaria”.
Una visión que podría representar una nueva Iglesia Católica, alejada de los lujos, la lujuria y en busca de recuperar a quienes se han alejado de ella.