Por Nidia Marín
Deambulando periodísticamente durante tres días por las comarcas del crimen tratamos de sopesar la magnitud de los problemas con la delincuencia que se viven en México. Es imposible y sólo logramos un esbozo. Tan sólo en el pasado fin de semana (los días viernes 17, sábado 18 y domingo 19) asesinaron a más de 60 personas en por lo menos 21 entidades de la República, entre las cuales está la capital del país.
En Aguascalientes, mataron a uno; en Coahuila, dejaron cinco cuerpos frente a instalaciones de la Policía Investigadora de Sabinas, hirieron a tres policías en Nava y hubo un enfrentamiento en Múzquiz entre fuerzas federales y delincuentes con saldo de seis muertos en la comunidad de Florida; en Colima, uno; en Chihuahua, sicarios mataron a un hombre en Ciudad Juárez.
En la Ciudad de México, asesinaron a un hombre en el Metro Pantitlán, a un joven de 18 años en la alcaldía Gustavo A. Madero, a otros dos en ese mismo territorio, mientras que, en Guanajuato, específicamente en León, fueron dos los muertos, Fabián alias “El Cabañas” y otro apodado “La Chuza”.
Guerrero no se salvó: En Acapulco, mataron al sobrino del diputado de Morena, Carlos Sánchez Barrios, en la zona conocida como Sinfonía del Mar. Además, en Hidalgo, fueron asesinados dos hombres en Atitalaquia y Atotonilco de Tula, así como a Hugo H.G alias “El Talachas”, líder huachicolero, en la comunidad de Santa Ana Ahuehuepan.
En Jalisco, encontraron varias bolsas con los restos de 15 personas en la colonia La Coladera de Tlajomulco de Zúñiga. Y en Michoacán, mataron a balazos a un hombre y a una mujer en Zamora, así como a dos más en la colonia Cumbres de Quinceo en Morelia. También hirieron a otro par en la colonia Profesor Jesús Romero Flores.
El Estado de México no fue excepción, en Cuautitlán, por ejemplo, mataron a un abogado.
A su vez en Morelos, encontraron el cuerpo de Humberto Adame, hermano del ex gobernador de la entidad, Marco Antonio Adame, en la localidad de Alpuyeca, del municipio de Xochitepec. Había sido secuestrado desde principios de este mes.
Asimismo, en Nuevo León, ejecutaron a dos en bares distintos de Monterrey y balearon a una familia en un Centro Comercial de Privadas de San Miguel, donde mataron al padre e hirieron a dos niños; en Oaxaca a dos más en Salina Cruz y a una mujer en Matías Romero; y en Puebla, a otro par en la carretera Puebla-Tehuacán.
En Querétaro ejecutaron a tres hermanos y los encontraron en San Juan del Río, en tanto que, en San Luis Potosí, fue uno el asesinado en la calle de Misión del Palmar de la capital y por su parte en Sonora, asesinaron al agente ministerial Hugo Zavala.
Tabasco, fue otro estado con violencia, ya que asesinaron de una puñalada a un hombre en el municipio de Centro y a otra tras asalto en la colonia nueva Imagen de Villahermosa.
En Tamaulipas, como resultado de un enfrentamiento en el municipio de Gustavo Díaz Ordaz, entre civiles armados y elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) hay varios muertos y heridos.
Por su parte en Tlaxcala, mataron a balazos a un guardia de seguridad de una empresa financiera; a otra persona en Calpulalpan le destrozan el rostro y a uno más lo balearon en la carretera Tlaxcala-Nativitas.
Y Veracruz tuvo lo suyo: mataron a balazos a dos jóvenes afuera del templo de Nuestra Señora de Guadalupe, en Fortín de las Flores.
Hay que hacer constar que también hubo muchas detenciones de criminales, pero urge que la Guardia Nacional tome mayores cartas en la seguridad, porque hasta ahora se ha visto muy poco su presencia.
A pesar de los trabajos realizados en el Senado de la República falta mucho más, como es que deberán realizar con las corporaciones policiales tanto municipales como estatales que no están funcionando desde hace tiempo y que están penetradas por la delincuencia, además de que ya no se deben traer policías de las zonas rurales, a menos que previo a su inicio en la labor de vigilancia sean adiestrados no sólo en las labores de armamento y demás, sino en el cuidado que deben tener hacia los pobladores.
Hoy los policías mexicanos son víctimas y victimarios. Debe continuar la depuración, con la finalidad, ante todo, de aprehender a quienes han cruzado la endeble frontera entre el cumplimiento de la ley y la comisión del delito. Y la verdad es que abundan en el segundo caso.