Los 20 Años de la Libertad Sindical de los Trabajadores del Estado

Los Privilegios del Poder

Por Verónica V. González y Arnoldo Piñón

El pasado sábado 11 de mayo, se cumplieron 20 años que los controladores de tránsito aéreo -un puñado de trabajadores en todo el país-, irrumpieron con un aire de frescura en la historia del sindicalismo de los trabajadores al servicio del Estado, al lograr que la Suprema Corte de Justicia de la Nación les reconociera su derecho a organizarse en un sindicato gremial autónomo.

Alejandro Velázquez Méndez.

De la mano del abogado Alejandro Velázquez Méndez, quien en un amparo en contra de la decisión del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje de negarles el reconocimiento gubernamental de su sindicato -conocida como toma de nota o registro- invocó el Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que nuestro país había firmado y ratificado desde hace años, pero que no se aplicaba, para establecer lo que a partir de entonces se conoce como la libertad sindical.

Fue un logro importante para la época, que permitió a los trabajadores de base del gobierno federal pertenecer a uno u a otro sindicato o no pertenecer a ninguno -lo que ahora se celebra como uno de los grandes logros de la reciente reforma laboral-.

No sólo lograron que se le otorgara el reconocimiento gubernamental del Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo (SINACTA), sino además -otra vez de la mano del abogado Velázquez Méndez-, se les permitió que sus dirigentes permanecieran seis años en sus cargos con la posibilidad de la reelección.

Luego llevaron a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes a que se les firmara condiciones generales de trabajo -equivalentes al contrato colectivo en el sector privado- especiales.

Todos esos logros los alcanzaron a través de la vía jurídica, mediante juicios que fueron resueltos por el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En un periodo de esa época, el apoderado del organismo Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM), fue el doctor Néstor de Buen, uno de los abogados en materia laboral más reconocido del país.

Cuando los controladores aéreos decidieron desafiliarse del Sindicato de la SCT, los pronósticos eran en el sentido que era una locura, que era imposible integraran un sindicato gremial. Sólo el licenciado Velázquez Méndez les garantizó ciertas posibilidades de éxito.

Encontró, en el Convenio 87 de la OIT el candado para abrir las prohibiciones de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, la cual en su artículo 68 establece aún que en cada dependencia sólo debe existir un sólo sindicato, y en el 75 prohíbe la reelección de los dirigentes sindicales.

Sin embargo, en ese convenio de la OIT establece que corresponde a los trabajadores decidir si militan o no en un sindicato y la permanencia de sus dirigentes. En ningún caso, el artículo 123 de la Constitución, establece requisitos tan severos como los que establece la ley burocrática.

Lo interesante es que en el artículo 133 constitucional, se contempla que los convenios firmados y ratificados por nuestro país, forman parte del marco jurídico. Es decir, son ley, y de acuerdo con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sólo están por debajo de la constitución.

A partir de esos éxitos jurídicos, el entonces dirigente sindical de los controladores aéreos, Raúl Campilla, tomó decisiones influenciado por Mauro Sánchez -se distanció de la central FSTSE, por ejemplo, para incorporarse a la FEDESSP-, entre otras, hasta que en 2012 amenazó con buscar una reelección… y le tomaron la palabra. Pese a que intentó dar marcha atrás, fue electo Ángel Iturbide, quien el año pasado concluyó su gestión para dar paso a la elección de Alfredo Covarrubias en la secretaria general del SINACTA.

Hace apenas unos meses Campilla aceptó la invitación del nuevo director general del SENEAM, Víctor Hernández Sandoval, le ofreció un puesto de confianza que aceptó -lo mismo hizo Gustavo Alcalá, quien en las últimas elecciones sindicales se presentó como candidato a la secretaria general del SINACTA con lo que puso punto final a una carrera sindicalista que hace veinte años auguraba un futuro promisorio…

PARA LA AGENDA

Por cierto, el licenciado Velázquez Méndez es el apoderado de la Coalición del Frente Democrático de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México y Alcaldías, que inició un juicio de nulidad por la segunda reelección de Juan Ayala Rivero y de 23 secretarios generales seccional es del SUTGCDMX, debido a que la reforma estatutaria no se concluyó al no realizarse un congreso general extraordinario de delegados en la gestión 2015-2019 que termina el próximo 11 de julio. Ese juicio le genera preocupación a Juan Ayala quien, según esto, a través de uno de sus asesores -el cual tiene derecho de picaporte en la Subsecretaria de Capital Humano de la CDMX- habría planteado un acuerdo que concluyera con el desistimiento, con lo que mostró su nivel de ignorancia, pese a que se ostenta como Licenciado en Derecho…

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