Por Jesús Michel Narváez
Era de esperarse: la Comisión Permanente del Congreso de la Unión avaló la realización de dos periodos extraordinarios. Uno para discutir y aprobar ¡cómo no! la Reforma Educativa (la nueva) y otro para las Leyes secundarias de la Guardia Nacional.
Se prevén, se informa, cambios “profundos” en la Educativa no así en lo concerniente a la GN, que sin contar con todas las herramientas legales, ya está en operación aunque sus resultados han sido poco menos que magros. Vaya, sin carnita de ninguna especie.
Mario Delgado, el jefe político actual en la Cámara de Diputados –opera con dos cachuchas: presidente de la Junta de Coordinación Política y coordinador de los senadores de Morena- había declaro el pasado 30 de abril, fecha de cierre del periodo ordinario, que esperarían la devolución de la minuta por parte del Senado, en donde no se aprobó, para volverla a mandarla en los mismos términos, porque fue lo acordado con los grupos parlamentarios y con cambios sería posible tener un dictamen que deje satisfechos a todos.
Sin embargo, por lo que se filtra, lo que se dice formalmente y lo que es extraoficial, habrá cambios y de fondo.
¿Cuáles serán?
Los que haya ordenado el Ciudadano Presidente y lo que exijan los dirigentes de la CNTE, que si bien están divididos en cuanto a las votaciones, no lo están en torno a sus demandas: manejo del 50 por ciento de las plazas y la dirección de los organismo de educación en las entidades que ellos controlan: Oaxaca –la más difícil-, Michoacán, Guerrero y Chiapas.
Así que sorpresas, verdaderas sorpresas, no habrá y sí, en cambio, los coordinadores en el Senado y la Cámara de Diputados, buscarán el consenso para dejar satisfecho al Ciudadano Presidente.
Por cuanto a la Guardia Nacional, más allá de la “irritación” de las oposiciones por la designación de un militar al frente, todos parecen estar de acuerdo en dotarla de las herramientas que le faltan para que opere a toda su capacidad.
Los legisladores federales parecen haber planchado el pliego de peticiones de todo mundo y confían, los de Morena, en cumplir con las encomiendas que les han sido asignadas.
A propósito: Morena buscará aplicar el mayoriteo, el mismo que impuso por décadas el PRI y ello equivale a desmentir al presidente de la Mesa Directiva de los Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, quien afirma que en el segundo periodo del primer año de la LXIV Legislatura la democracia avanzó y las libertades se ampliaron.
Nada cierto. Todo sigue como en el pasado. La mayoría escudada en la frase salinista de “ni los veo ni los oigo”, prepara todo para borrar a las debilitadas bancadas de la oposición, de las que hay que decir que la única que se muestra con dignidad es la del PAN.
Las otras sencillamente son presenciales. Esperaremos los resultados de los extraordinarios y opinaremos en su momento.
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