La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) validó la pena de 20 a 40 años de prisión para los integrantes de la delincuencia organizada que tengan funciones jerárquicas dentro de grupos criminales, dedicados a cometer delitos contra la salud.
Los ministros advirtieron que si un sujeto es cerebro o cabeza de una organización criminal que funciona como empresa, es evidente que el resto de sus integrantes o algunos de ellos, actuarán bajo sus órdenes y mando, tal como ocurre con una empresa en donde hay división de funciones o una estructura jerárquica entre sus miembros.
Precisaron que quien tiene funciones de administración, dirección o supervisión en una organización criminal, contribuye en mayor medida, que el resto de los integrantes, a la subsistencia, a la expansión y a la obtención de mayores ganancias, con lo que con su actuar agrava el daño a la seguridad pública, lo que representa un mayor peligro para la sociedad e incluso para la Nación.