Miles de inmigrantes centroamericanos permanecen varados en nuestro país, con la esperanza de poder entrar a Estados Unidos; en los últimos días los gobiernos estatales y organizaciones civiles han disminuido el apoyo a estas caravanas.
Sin embargo, el compromiso de la Iglesia se ha mantenido: las diócesis y las congregaciones religiosas dan albergue a miles de personas en sus estructuras. Para apoyar este esfuerzo, el Papa Francisco donó 500 mil dólares para ayudar a los migrantes en México.
Este dinero se distribuirá entre 27 proyectos de 16 diócesis y congregaciones religiosas mexicanas que han solicitado ayuda para continuar proporcionando vivienda, alimentos y artículos de primera necesidad.
Además, se están evaluando otros 14 proyectos, ya que antes de que se asigne la ayuda, se requiere un uso regulado y transparente de los recursos.