Los ataques ocurridos a iglesias y hoteles de Sri Lanka han dejado hasta el momento 290 personas muertas y más de 500 heridos.
El portavoz de la Policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekara, confirmó la detención de 24 personas relacionadas con las explosiones contra tres iglesias, cuatro hoteles y un complejo residencial del país asiático. Al menos dos de los ocho ataques fueron obra de suicidas.
Por otro lado, tres policías murieron cuando otro suicida hizo estallar explosivos durante el cateo de una casa.
Gunasekara informó también que este lunes, la policía realizó el hallazgo de una bomba artesanal en el aeropuerto de Colombo; el dispositivo fue desactivado por expertos de la Fuerza Aérea.
El gobierno de Sri Lanka declaró un toque de queda en la ciudad de Colombo y bloqueó el acceso a la mayoría de las redes sociales y sitios de mensajería, incluyendo Facebook y WhatsApp. Sin embargo, esta medida fue levantada en la mañana de este lunes.
Aunque la bolsa de comercio, las universidades y colegios permanecerán cerrados.
El portavoz informó también que los extranjeros fallecidos son 35, mientras que 19 permanecen hospitalizados.
Hasta el año de 2009, Sri Lanka vivió una guerra civil entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas tamiles que duró 26 años. Desde la derrota de los rebeldes, no se habían registrado episodios de violencia de esta magnitud.
Estos actos terroristas ya son calificados como uno de los peores actos de violencia en el país asiático.