Por Miguel Tirado Rasso
Con un dictamen que concluye con la no existencia de pruebas que involucren a la campaña de Donald Trump o a persona alguna relacionada con ella, de haber conspirado o coordinado esfuerzos con Rusia para influir en las elecciones de EUA en 2016, se cae el llamado “Rusiagate” y, con esto, el camino para la reelección del mandatario estadounidense se despeja.
Una importante victoria política para el magnate inmobiliario, porque, además, la investigación encomendada al fiscal especial Robert Mueller, también lo exonera del delito de obstrucción de justicia. Sí bien, sobre este tema subsisten suspicacias que, sin embargo, no parecen tener peso suficiente para quitarle el sueño al huésped de la Casa Blanca. Ahora, los demócratas tendrán que buscar otros argumentos más efectivos para golpear políticamente al mandatario, cuya popularidad no se encuentra en su mejor momento, con un 39 por ciento de aprobación. No obstante, habrá que reconocer que las circunstancias le son favorables, con una economía en expansión y un mercado laboral de pleno empleo.
En este contexto Donald Trump, arrancó, en días pasados, su precampaña rumbo a la reelección de 2020, tomando como eje central de la misma una cruzada contra la crisis de la frontera en la que nuestro país sale mal parado. Y es que, ya en su campaña electoral para la presidencia, en 2016, México resultó buen de tema para achacarle muchos de los males que afectan al Tío Sam, lo que, al parecer, le significó buenos dividendos.
Así que ahora, nos volverá a tocar servir de sparring para el lucimiento del neoyorquino, con cargo a su futuro político. Las caravanas migratorias, que misteriosamente se han multiplicado en los últimos meses, le han servido a Mr. Trump de buen pretexto para explotar en contra de su vecino del sur, amenazando con cerrar “la maldita frontera” ante la “pasividad” de México que “no hace nada por frenar el flujo migratorio de inmigrantes ilegales a su país”, que es por donde entran toda clase de “bad” hombres, como le gusta afirmar.
Pero así como en un momento, despotrica en contra de nuestro país, en otro, muy a su estilo, lo enaltece, afirmando que ” México ha sido absolutamente fantástico…Están deteniendo a todos…y si aprehenden a gente en su frontera sur, es un jonrón tremendo…” usando la terminología beisbolera, tan de moda en estos tiempos. Claro está, sin olvidar del todo las amenazas del cierre fronterizo, aunque ya en otras dimensiones. No un cierre total sino por secciones, pero planteando otras sanciones como la imposición de aranceles a la importación de automóviles fabricados en México.
Por lo pronto, la movilización del 40 por ciento del personal de aduanas para hacer frente a la llegada de migrantes que solicitan asilo en los EUA, derivó en una grave parálisis en casi todos los pasos fronterizos con nuestro país. El retraso en el cruce del transporte de carga por los trámites de revisión, ha afectado la importación y exportación de mercancías, causando graves daños a la población y a los sectores industrial y comercial de ambos países.
Pero para la estrategia electoral de Donald Trump, todos estos son daños colaterales menores, que no importan ante el gran objetivo que persigue que es su reelección. Y esta práctica del fin que justifica los medios, se agrava si no hay quién se interponga o le reclame.
Estamos de acuerdo en que no conviene engancharse con las balandronadas acostumbradas de nuestro vecino. Ponerse al tú por tú, solo empeoraría las cosas, además de que llevamos las de perder. La prudencia recomienda una actuación digna, serena e inteligente. Eso sí, habría que evitar incurrir en sumisión y no aceptar, pero menos reconocer, como legítimos, los reclamos calumniosos del mandatario estadounidense. Se puede disentir, sin agraviar, y defender posiciones con argumentos y acciones.
No estamos en el extremo de tener que aceptar lo que diga y haga, por el bien de su campaña. Hay que considerar que las críticas y ataques hacia nuestro país irán en aumento de acuerdo a sus tiempos políticos y la pasividad y el silencio no son la mejor estrategia para nuestro país.
Abril 18 de 2019