El Banco de México advirtió que la inversión muestra una inflexión a la baja y aseguró que la incertidumbre en la economía interna, la inseguridad, la corrupción y el aumento de precios en insumos y materias primas que se registran, son factores que inhiben el crecimiento y la inversión en el país.
“El estancamiento de la inversión ha sido sostenido desde hace varios años. (…) Ahora, ¿cuáles son las causas de esta debilidad?: incluye problemas de inseguridad pública, incertidumbre de política interna, corrupción e impunidad. (…) El aumento en los precios de insumos y materias primas. (…) Incertidumbre sobre la situación económica interna, los riesgos sobre la plataforma de producción petrolera y la ausencia de cambio estructural”, sostuvo el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León Carrillo.
Al comparecer ante la Comisión de Hacienda del Senado, el titular del banco central alertó que la capacidad de crecimiento interna está amenazada por riesgos de largo y mediano plazos.
“El entorno en el cual estamos sigue presentando importantes riesgos de mediano y largo plazos, tanto en lo externo como en lo interno. Hay elementos que pueden afectar las condiciones macroeconómicas en el país, la capacidad de crecimiento, e inclusive el proceso de formación de precios”, estableció.
El titular de Banxico señaló que la inversión privada se encuentra estancada desde hace varios años y resaltó que, de acuerdo con encuestas que se han realizado con analistas y directivos empresariales, el crecimiento del país podría verse obstaculizado por factores de gobernanza, entre ellos la inseguridad y la corrupción que se vive en el país.
La desaceleración en el ritmo de crecimiento de nuestro país —agregó— también obedece a factores como los problemas de inseguridad, la corrupción e impunidad y la incertidumbre de la política interna.
IMPACTO DE NO FIRMAR T-MEC. Díaz de León, también alertó de las consecuencias para México de que el T-MEC no se haya ratificado aún y señaló que el más afectado por esta situación sería el tipo de cambio.
“Una mala noticia en el ámbito comercial, que tuviera un efecto permanente (…) requeriría un ajuste más permanente en el tipo de cambio real y en ese sentido lo que trataremos de hacer es que el ajuste se dé de la manera más ordenada y facilitando que la economía tenga esa corrección o ese ajuste a las nuevas condiciones de la manera más ágil posible”, explicó.
El banquero central consideró que se requiere mantener una inflación baja y estable, finanzas públicas sólidas, instituciones financieras sanas y capacidad de resistir volatilidad y choques.
Estos elementos —indicó— son fundamentales y se necesitan complementar con otros que puedan propiciar confianza y certidumbre, así como mayor productividad, que son clave para acelerar el crecimiento en la economía.