Por Jesús Michel Narváez
Mientras los integrantes de las comisiones unidas de Educación y de Puntos Constitucionales festejaban la aprobación del dictamen que abroga la reforma educativa en vigor –la de Peña Nieto-, en las afueras de San Lázaro profesores de la CNTE llegados de Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Chiapas y de la sección 9 de la Ciudad de México, fortalecieron su plantón e impidieron, nuevamente, que los diputados realizara su sesión ordinaria en la que se subiría al Pleno el dictamen.
Durante dos semanas los diputados no han podido sesionar más allá de comisiones. Simplemente los disidentes del magisterio no se los han permitido.
Mario Delgado, el jefe político de Morena en San Lázaro, queda a deber. Hay versiones no confirmadas pero tampoco desmentidas de algunos “acuerdos en lo oscurito” entre legisladores del partido oficial y la dirigencia de la CNTE. Ello quedó desvelado cuando el presidente del CEN del PAN, acusó de las negociaciones entre ambas partes.
Y encarrerados, los albiazules anunciaron que solicitarán la remoción del presidente de la Mesa Directiva, Porfirio Muñoz Ledo por incumplir el artículo 61 de la Constitución y cuyo texto refiere:
“Los diputados y senadores son inviolables por las opiniones que manifiesten en el desempeño de sus cargos, y jamás podrán ser reconvenidos por ellas.
“El Presidente de cada Cámara velará por el respeto al fuero constitucional de los miembros de la misma y por la inviolabilidad del recinto donde se reúnan a sesionar”.
Desde la óptica de los diputados del PAN, Muñoz Ledo no cumple con su obligación de garantizar la seguridad del recinto parlamentario, lo cual ha impedido sesionar con normalidad.
Maro Cortés exigió que se cumpla el mandato constitucional de sesionar dos veces a la semana y que Muñoz Ledo instruya a quien corresponda blindar la sede de los diputados para que se atiendan los asuntos agendados desde hace dos semanas.
No me gusta escribir “se lo dije” pero en este espacio y en el Puno de Vista que se publican diariamente en el portal de Misión Política: www.misionpolitia.com, le plantee lo que el vocero de la sección 22 me externó y que conlleva un endurecimiento de sus acciones porque la contrarreforma educativa no es lo que acordaron tanto con el Presidente de la República como con los secretarios de Gobernación y Educación Pública.
Y aunque los diputados añadieron dos transitorios para “satisfacer” los reclamos de la CNTE, no forzaron a los maestros a cambiar su estrategia y, por el contrario, fortalecieron su plantón no solamente en San Lázaro sino en el Senado y frente a la SEP.
El músculo de los 78 mil maestros que controla la CNTE en Oaxaca más otros 200 mil en Chiapas, Michoacán, Guerrero y la Ciudad de México, será poderoso y causará la inmovilidad no solo de los legisladores, sino de la ciudad completa.
Es un reto para el gobierno que no ordenará nunca “reprimir al pueblo”. ¿Logrará el diálogo suavizar la tensión o la liga se romperá y no por lo más delgado?
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