“La Noche de 12 Años”

Del Cine y las Leyes

El Sonido del Silencio

Por Horacio Armando Hernández Orozco

“La Noche de 12 Años”, película uruguaya de 2018, realizada entre España, Argentina, Uruguay y Francia, dirigida por Álvaro Brechner, basada en el libro “Memorias del Calabozo”. Interpretada por Antonio de la Torre (José Mujica), Chino Darín (Mauricio Rosencof), Alfonso Tort (Eleuterio Fernández Huidobro), César Bordón (sargento Alzamora), Mirella Pascual (Lucy Cordano), Nidia Telles (Rosa), Silvia Pérez Cruz (Graciela Jorge) y Soledad Villamil (psiquiatra).

Tres hombres son sometidos a una reclusión por razones políticas e ideológicas; de sentenciados pasan a “rehenes”, son encerrados en diminutos calabozos, se les prohíbe hablar, casi no comen ni duermen, así que tienen que librar una batalla existencial para escapar de la terrible realidad que los condena a la peor tortura: perder la razón.

La película está inspirada en los años de encierro y aislamiento que sufrieron tres figuras uruguayas: José “Pepe” Mujica, Mauricio Rosencof y Eleuterio Fernández Huidobro, quienes estuvieron más de 12 años de confinamiento inhumano durante la dictadura cívico-militar.

TUPAMAROS

José Mujica, Mauricio Rosencof y Eleuterio Fernández Huidobro son tres dirigentes del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. Los tres, entre otros más, han sido detenidos y remitidos a distintas prisiones del país, se les acusa de sedición y traición a la patria, por lo que ahora deberán sufrir una condena inhumana.

El Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, es un movimiento político de Uruguay que actuó como guerrilla urbana de izquierda radical durante los años 1960 y principios de los 70; el nombre “Tupamaros” deriva del mote despreciativo con que la policía española de la Colonia, en el Río de la Plata, asignaba a los patriotas que se habían adherido al movimiento independentista de 1811, y que deriva de la sublevación indígena ocurrida en el Virreinato del Perú en 1780, encabezada por el líder indígena José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, y que fue reprimida con inusitada dureza por los españoles.

El movimiento Tupamaro tuvo, como otros de su tiempo en varios países de América Latina, una identificación con la Revolución Cubana de 1959; se organizó como un grupo guerrillero urbano, sin vinculación con ningún partido político existente.

Desde 1989, se integró a la coalición política Frente Amplio, perteneciendo muchos de sus integrantes al Movimiento de Participación Popular.

REHENES

El sargento encargado de la custodia de los tres rebeldes detenidos es quien les informa que su calidad de sentenciados ha cambiado a “rehenes”, lo que significa que serán ejecutados en caso de que su organización retome las acciones armadas, razón por la cual serán trasladados periódicamente a distintos cárceles, calabozos o prisiones militares.

El movimiento Tupamaro intensificó su actividad guerrillera durante el gobierno de Jorge Pacheco Areco, hasta las elecciones presidenciales de noviembre de 1971, donde el Frente Amplio obtendría el tercer lugar con el 18.6%, saliendo triunfante el Partido Colorado con el 40.3%, con la asunción en 1972 del presidente electo, Juan María Bordaberry.

El 14 de abril de 1972, el movimiento vuelve la actividad guerrillera y realizó cuatro operativos contra miembros de los “Escuadrones de la Muerte”, que culminaron con la muerte de varios militares; esa tarde las fuerzas del orden lanzaron una cruda represión en represalia por los hechos, la cual culminó con el asesinato, en su casa, del periodista Luis Martirena y su esposa Ivette Jiménez, así como el arresto de Eleuterio Fernández Huidobro.

Los detenidos fueron acusados y sentenciados por delitos del orden común, pero el presidente Bordaberry, sin apoyo político, cedió a los requerimientos de las Fuerzas Armadas, que poco después darían el Golpe de Estado del 27 de junio de 1973, disolviendo el parlamento, prohibiendo los partidos políticos y declarando ilegales a las organizaciones sindicales y estudiantiles.

Es aquí, cuando la dictadura cívico-militar los toma como “rehenes”, en situación pautada por el aislamiento y por duras condiciones; permanecer en ese estado suponía la muerte inmediata si algún acto exterior amenazaba la seguridad de las Fuerzas Armadas.

AMNISTÍA

Los militares retienen a los dirigentes tupamaros, Eleuterio Fernández Huidobro, Mauricio Rosencof y José Mujica, en calidad de rehenes y como trofeo de guerra durante el tiempo que duró la dictadura militar.

En la cinta, aunque no se muestra abiertamente, se da la noticia del referéndum que se celebró en Uruguay el 30 de noviembre de 1980, en el cual se rechazó por casi un 57% de los votos válidos el proyecto de modificación constitucional propuesto por el gobierno cívico-militar, lo que, a la postre, desencadenó el proceso de apertura democrática.

El 1º de marzo de 1985, asumió Julio María Sanguinetti la presidencia y envió un proyecto de pacificación nacional al Parlamento, y el 8 de marzo, la Asamblea General, por 86 votos de 91 presentes, respaldó con modificaciones el proyecto; ese mismo día se promulgó la Ley 15,737 de Pacificación Nacional, que ratificaba la Convención de Costa Rica sobre derechos humanos y creaba la Comisión de Repatriación.

La amnistía comprendía a todos los delitos políticos comunes y militares conexos cometidos entre el 1º de enero de 1962 y el 1º de marzo de 1985, y es así como el 10 de marzo de 1985, recobran su libertad, después de estar 12 años en calidad de “rehenes”; ese día fueron liberados 2,873 reclusos.

DE REO POLÍTICO A PRESIDENTE

José Mujica, a los 75 años de edad, llegó a ser presidente de la República Oriental de Uruguay; en agosto de 1972 había sido detenido “con una metralleta UZI, una granada de mano y un bolso donde llevaba longaniza, pan y vino”; luego de 13 años de prisión, se reencontró con su compañera, Lucía Topolansky, quien también había sido encarcelada desde ese agosto de 1972 hasta el 12 de marzo de 1985; ni la tortura física ni la humillación psicológica lo quebrantaron, resistió el hambre, la degradación, la incomunicación y la locura para salir en libertad.

Al inicio del filme, aparece una cita de la novela “En la Colonia Penitenciaria”, de Franz Kafka, que dice:

“El hombre miró al condenado y preguntó al oficial: ‘¿Conoce el preso su sentencia?’. ‘No’, contestó el oficial. ‘Ya la sabrá en carne propia”. Y vaya que la supieron en cuerpo y alma esos “rehenes” del régimen cívico-militar.

Pero ¿será acaso que Pedro y el Capitán de Benedetti sean dos personajes perdidos de La Noche de 12 Años?

La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…

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