La cada vez más sofocante situación que vive el Reino Unido a causa del Brexit ha hecho acrecentar en las últimas horas las presiones sobre la primera ministra, la conservadora Theresa May, para que presente su dimisión.
Once miembros del Gabinete de May planean rebelarse contra ella en la reunión semanal de mañana para forzar su salida del Ejecutivo, publican este domingo varios medios británicos.
De acuerdo con la publicación The Sunday Times, si la líder conservadora se negara a las reclamaciones de esos miembros de su gabinete, entonces estarían dispuestos a dimitir de forma masiva o a «pedir su cabeza» públicamente.
Los nombres que resuenan con mayor fuerza como favoritos para suceder a May son los de su ‘número dos’, David Lidington, así como los de los ministros de Medioambiente, Michael Gove, y de Asuntos Exteriores, Jeremy Hunt.
Lidington, sin embargo, al conocerse estos rumores dijo hoy a la BBC que respalda «al cien por cien» a May, rehusando así las insinuaciones que le colocan como posible nuevo líder.
En esa misma línea se posicionó Gove, que subrayó su «absoluto» apoyo a la primera ministra y señaló que «no es el momento de cambiar al capitán del barco».
Por otra parte, conservadores veteranos adelantaron este domingo a la cadena pública que varios parlamentarios se plantearían recular y respaldar el acuerdo del Brexit de May si esta se comprometiera a no estar al mando en la nueva ronda de negociaciones con la Unión Europea (UE).
Con todo, fuentes de Downing Street señalaron que, a pesar de las presiones, la mandataria no tendría intención de presentar su dimisión. Por su parte, el ministro de Economía, Philip Hammond, opinó hoy que el camino correcto del Brexit no pasa por cambiar al primer ministro o al partido del Gobierno, sino porque el Parlamento aclaré qué es lo que quiere.
En una entrevista en la cadena Sky News, Hammond indicó que «de un modo u otro» la Cámara de los Comunes tendrá la posibilidad en los próximos días de pronunciarse en este sentido. Espero que aproveche la oportunidad de, si no puede respaldar el acuerdo de May, decir de forma clara y sin ambigüedades qué es lo que puede apoyar», señaló.
El titular de Economía no aclaró si la bancada conservadora contará con libertad de voto a la hora de pronunciarse sobre el devenir de los acontecimientos, al tiempo que reconoció que la opción de un segundo referéndum es «una posición perfectamente coherente». Este sábado un millón de personas salieron a manifestarse por las calles de la capital británica para reclamar la celebración de ese segundo plebiscito sobre la salida del país del bloque comunitario.
Además, esta semana una petición online al Gobierno que le insta a suspender el Artículo 50 del Tratado de Lisboa y a cancelar por consiguiente el proceso de ruptura con la UE batió el récord de firmas de la historia del Reino Unido en una iniciativa de este tipo, al recabar más de cinco millones de adhesiones.
A pesar del aumento de la presión que reina sobre la «premier» ésta no ha revelado por el momento planes distintos a los de tratar, en un tercer intento, que su acuerdo del Brexit salga adelante en el Parlamento la próxima semana, siempre y cuando el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, permita que se vote.
La pasada semana Bercow advirtió al Ejecutivo de que no podría volver a presentar en la cámara baja ese documento, rechazado en enero por un margen de 230 votos y en marzo de 149, a no ser que hubiera sido modificado de forma «sustancial».
Si el Gobierno consiguiera, tanto esas modificaciones como el apoyo parlamentario, entonces la UE se ha comprometido a fijar una salida ordenada el próximo 22 de mayo.