La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) exhortó a la Cámara de Senadores a que rechace la iniciativa de reforma constitucional relativa a la consulta popular, pues consideró que “las consultas podrían poner en riesgo asuntos críticos para la estabilidad de la nación” e insistió en que la revocación del presidente en turno es “una trampa”.
Luego de que el pasado 14 de marzo la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa para reformar los artículos 35, 36, 73, 81, 83, 99, 115 y 122 de la Constitución, en materia de consulta popular, el líder del organismo empresarial, Gustavo de Hoyos Walther, aseguró eso es “una trampa del cuarto año de gobierno”, pues se abre la puerta para que, sin evaluación seria y responsable, se tomen decisiones de política fiscal y financiera a través de una forma impropia.
Explicó que la propuesta busca que la figura de consulta popular sea de carácter vinculatorio, es decir, que el resultado de la misma sea implementado con carácter obligatorio cuando participe en ellas al menos 25 por ciento de la lista nominal de electores, que además significa la reducción de 34 que actualmente tiene.
Agregó que con 13 por ciento de los votantes apoyando una propuesta del gobierno, esta podría ser ley. “Con poco más de un décimo de la población con derecho a voto, las consultas podrían poner en riesgo asuntos críticos para la estabilidad de la nación”.
Advirtió que el Senado y la mayoría de las legislaturas locales aprueban la legislación, se puede poner a consulta el cobro de impuestos, por lo que “la certidumbre de los ingresos del Estado quedarían comprometidos”.
Agregó que utilizar la consulta para fijar el objeto o la base de los impuestos es una “trampa” para los ciudadanos, pues ellos serían quienes decidan en cuanto a las actividades o hechos gravados por las contribuciones y quienes deben pagar.
Resaltó que el Poder Ejecutivo y Legislativo son quienes deben determinar quienes pagan impuestos y por qué actividades económicas deben hacerlo “y no subrogar tramposamente esa responsabilidad a los ciudadanos para eludir las implicaciones de la política fiscal”.
“Consultar a los ciudadanos sobre las bases y sujetos de los impuestos es irracional”, dijo De Hoyos Walther. “Con la carga ideológica imperante y la polarización social, aunada a los niveles de pobreza existentes, sería una expresión desordenada del enojo social, que con el impulso del gobierno,llevaría a una minoría legítima, sin defensa, al paredón de la injusticia tributaria”, continuó.
Por ello pidió a la Cámara alta que rechacen el dictamen correspondiente para su discusión. Además, insistió en que la revocación del mandato del Presidente también es “una trampa”. “No fortalece, sino que debilita la democracia”, aseveró.
