- *¡Cuidado con el Ámbito de la Legalidad!
- *Ser Prisionero de los Turbios Intereses
- *La CNTE Afecta el Prestigio del Magisterio
- *Además, Daña Rendimientos Empresariales
- *Y También Enfurece a los Ciudadanos
Por Silvestre Villegas Revueltas
Es importante subrayarlo, frente a otros procesos electorales donde al candidato ganador a la presidencia se le puso en duda sus títulos de legitimidad, en el caso del triunfo de López Obrador su encargo como presidente constitucional de México está esencialmente sustentado por un triunfo inobjetable en las urnas. Sin embargo, es ya en las acciones de gobierno, en sus proyectos de desarrollo y en las formas como se encuentra enfrentando una multiplicidad de problemas donde el gobierno nacional, que posee todas las facultades, puede aumentar su poder y capacidades de control para consolidar su prestigio. Por el contrario, la inacción u omisión gubernamental echará a la basura su prestigio, con lo que no solamente minará su reputación, sino que irá perdiendo, primero en la percepción popular y luego respecto a lo que marcan las leyes, el ámbito de legalidad que es indispensable para gobernar a la nación mexicana. La legitimidad de quien ostenta el cargo presidencial es primordial para representar y negociar frente a las naciones extranjeras y los intereses económicos cuya fuerza es muy poderosa en el contemporáneo mundo globalizado.
Esta indispensable introducción respecto a las facultades con las que cuenta el gobierno de AMLO y la posibilidad de que pueda perderlas en un santiamén, se relacionan con el hoy (30 de enero) conflicto que en Michoacán está sucediendo con el enésimo plantón que está verificando la CNTE en el puerto de Lázaro Cárdenas. La protesta se ha materializado en el bloqueo a las vías de ferrocarril cuyos convoyes transportan todo tipo de materias primas para la industria estacionada en diversas partes de la geografía de la república. Quisiera señalarle señor Presidente, que desde los primeros años de la década de 1980 en mis investigaciones que por aquél entonces versaban sobre el conflicto magisterial, sus divisiones gremiales, su utilización por parte de los gobiernos locales, estatales y su “renta” para los más variados intereses partidistas, fue que los gobiernos de López Portillo, De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y aparentemente el que usted encabeza, terminaron siendo prisioneros de los oscuros, irreductibles, millonarios y jamás claudicantes turbios intereses de los líderes de la Coordinadora. Hay que repetirlo, las acciones de la CNTE han afectado el prestigio del magisterio, han dañado los intereses del empresariado y han enfurecido a la ciudadanía por los irracionales plantones que lo mismo realizan en todas las entradas a la Ciudad de Oaxaca que en el actual puerto Lázaro Cárdenas; protesta la de la Coordinadora que, fuera de Michoacán, ya afecta la vida y los ingresos económicos de la ciudadanía a la cual usted se debe, y es la que le delegó su soberanía, único sostén de su administración.
¡¡Es de no creerse!! Las autoridades del estado de Texas jamás permitirían que un grupo de inconformes bloquearan los nudos ferrocarrileros de El Paso, Laredo, Alice o Fort Worth cuyo tránsito es esencial para la economía del estado. Tampoco lo permitirían los gobiernos de Francia y la Gran Bretaña en el caso de que unos cuantos protestantes intentaran bloquear los puertos del Canal de la Macha, instalaciones que conectan a ambos países y por donde transitan personas, ferrocarriles, automóviles, camiones y una multiplicidad de embarcaciones. Tampoco me imagino que las administraciones de los presidentes Putin, Erdogan o Shi permitieran que una manifestación de burócratas de la educación (CNTE) que no necesariamente profesores comprometidos, bloquearan el ingreso a los respectivos aeropuertos de Moscú, Estambul o Pekín.
Diversos personajes de la comentocracia han subrayado que después de los sucesos del 68 y el halconazo, a los gobiernos mexicanos les cuesta mucho trabajo el uso de la fuerza pública contra una demostración que se cobije real o ficticiamente detrás de las banderas de sector educativo. Estoy de acuerdo, pero una lectura histórica que a usted le gusta señor Presidente, mostrará que ambos fueron sucesos que terminaron, como terminaron, porque la respuesta militar/paramilitar fue excesiva y mal implementada. Hoy existen los estrategas, las herramientas de disuasión, e inclusive el día y la noche que la misma naturaleza proporciona, para que un desalojo -que siempre será violento- no termine en muertes, fracturas y en tragedia. La federación ya pagó parte de los sueldos atrasados -la famosa zanahoria-, debe contar con el apoyo del gobernador de Michoacán y en caso contrario proceder a la desaparición de poderes estatales: última frontera que no han llevado a cabo anteriores presidentes. Posteriormente negociar con lupa los reclamos laborales de la CNTE, otorgar unos, rechazar otros y en caso de obcecación que la fiscalía de la república, con el peso de las leyes, investigue y construya los posibles delitos en que han incurrido los líderes de la Coordinadora: semejante a lo que hicieron los gobiernos españoles con los líderes independentistas catalanes, quienes incurrieron en diversos delitos de acuerdo a la Constitución y demás leyes españolas, independientemente de si su causa era o no justa.
Estimados lectores y miembros del gobierno mexicano, históricamente, las reformas por su propia naturaleza de afectación respecto a añejos intereses han generado respuestas, las cuales han variado desde un rechazo total hasta el compromiso y la comprensión por modificar el estado de cosas. Los gobiernos y movimientos progresistas/libertarios que hicieron Historia fueron aquellos que no se plegaron con las componendas, posteriormente vinieron los ajustes y la moderación, pero los que trascendieron fueron aquellos que después de sobrepasar el tiempo convulso actuaron de acuerdo a la ley y con una moralidad pública intachable. Los enemigos -que no siempre son los opositores ideológicos sino los parciales adentro de las mismas filas del cambio- buscaron y buscan descarrilar cualquier reforma nacional porque solamente ven para sus propios intereses.