El presidente Andrés Manuel López Obrador garantizó a los pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, en el estado de Jalisco, donde hay oposición a la obra de la presa El Zapotillo, que sus comunidades no se inundarán con esta construcción.
De gira por la entidad para supervisar los trabajos de esa obra, a la que atribuyó una inversión ya de 6,000 millones de pesos, López Obrador ofreció que su gobierno asumirá la responsabilidad ante cualquier siniestro o situación extraordinaria.
«El gobierno se hace responsable de daños posibles que con el tiempo pudiesen afectar a los tres pueblos. Yo firmaría ese compromiso y lo elevaríamos a rango de ley mediante un decreto, para que estén completamente seguros de que no va a suceder nada que afecte a los pueblos. Que no se van a inundar», aseguró.
«(Y) si no están de acuerdo, van a haber amparos, no hay ningún problema, quedamos como amigos. Ya vemos cómo utilizamos esos recursos para ayudar al pueblo, para adultos mayores, niñas, niños con discapacidad», agregó.
En presencia de la titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, afirmó que en su gobierno no se va a iniciar una obra para la que haya oposición.
En su discurso, instruyó a Germán Martínez Santoyo, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para que explique a los tres pueblos inconformes con la obra cómo es el proyecto y las garantías que ofrece su administración.
También, llamó a los opositores, entre ambientalistas y organizaciones no gubernamentales, a hacerse a un lado y no anteponer intereses personales.
«Que no se metan, que dejen a la gente. El pueblo no es tonto, tonto es el que cree que el pueblo es tonto. El pueblo no requiere de tutela, de asesores», anotó.
Jalisco agradece apoyo de la Federación
El gobernador de Jalisco, el emecista Enrique Alfaro, agradeció la coordinación entre Federación y estado para trabajar en pro de los ciudadanos.
Aseguró que la presa es producto de decisiones que se tomaron a espaldas de los ciudadanos, así como del desprecio a una discusión abierta y clara, pero al final de cuentas es la oportunidad de tomar agua del Río Verde que hoy no se aprovecha.
«Sabemos que vendrán hacia adelante tiempos difíciles, pero entendemos que es una obra en la que están invertidos miles de millones de pesos», dijo Alfaro.
El director de la Conagua recordó que la presa tiene una larga historia que se remonta a sexenios anteriores, en los que no se tomaron elementos técnicos necesarios para su construcción.
«No se hará nada con la fuerza, sino con base en la razón y el derecho, pues el diálogo será la mejor de nuestras herramientas para llegar a la mejor de las soluciones», dijo el funcionario.
