El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, consideró este viernes que el país vive “pequeños rebrotes” de COVID-19 pese al récord en la tercera ola de más de 16 mil contagios y más de 400 muertes de la última jornada.
Sus declaraciones se producen pese a que México sumó este jueves 16 mil 244 contagios, la mayor cifra en lo que va de la tercera ola de la pandemia que inició hace un mes y el mayor incremento diario desde el 29 de enero.
México también añadió 419 muertes para totalizar 237 mil 626 decesos, la cuarta cifra más alta del mundo.
Además, ahora hay nueve de los 32 estados en alerta amarilla por una ocupación hospitalaria mayor al 50 por ciento, encabezados por Durango, Ciudad de México, Guerrero y Colima, que tienen más del 60 por ciento de las camas generales saturadas.
México vive desde hace más de un mes una tercera oleada de contagios, principalmente entre jóvenes y adultos no vacunados por el avance de la variante delta del coronavirus SARS-CoV-2.
Las autoridades han confiado en que el avance de la vacunación frene el aumento de muertos y de hospitalizados.
Sin embargo, el promedio diario de muertes en los últimos siete días es de 269, casi 50 por ciento más que la media de 183 decesos diarios de hace una semana.
Además, solo 22.6 millones de personas están completamente vacunados en un país con 126 millones de habitantes.
A pesar del panorama, el mandatario defendió la atención que su Gobierno ha dado a los enfermos de COVID-19, al recordar que contrató 70 mil trabajadores de la salud para reforzar los hospitales.
“Que nadie se quedara sin una cama, sin ser atendido, logramos ese propósito, pero se tuvo que contratar a trabajadores”, subrayó.