José Miguel Vivanco, director para las Américas de Humans Rights Watch (HRW), aseguró que en Nicaragua solo se hace la voluntad del presidente Daniel Ortega, quien tiene la plena libertad para encarcelar, torturar e incluso matar a sus opositores políticos.
En entrevista con Joaquín López-Dóriga en Radio Fórmula, Vivanco advirtió sobre la grave situación que vive Nicaragua bajo el régimen de Ortega, a quien calificó de “sátrapa, bruto y un abusador”.
“Les ha fabricado procesos penales sin ningún sustento, no les permite abogados, están incomunicados. Les está aplicando una legislación que él aprobó hace unos meses con figuras vagas y abstractas como que son personas antipatriotas o que han criticado al estado nicaragüense y que por lo tanto tienen que ser procesados”, expuso.
HRW presentó un informe de 38 páginas en el que urgió a Naciones Unidas (ONU) a actuar ante la reciente ola de arrestos contra líderes de la oposición y otros críticos de Ortega.
En las últimas semanas las autoridades nicaragüenses han detenido e iniciado procesos penales contra los principales candidatos presidenciales de la oposición: Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro García y Miguel Mora.
“Esto es obsceno, grotesco, de una vulgaridad extrema, imagínate atrapar y secuestrar a todos los principales líderes democráticos que hay en el país, que representan corrientes distintas, y los atrapa unos a otros., todos ellos están en El Chipote, que es un centro de tortura”, adujo.
Vivanco lamentó que Argentina y México no hayan condenado las acciones antidemocráticas en Nicaragua mediante declaración de la OEA, aunque considero un avance que hayan llamado a sus embajadores a consulta.
“Lamentablemente México y Argentina no se sumaron a esta votación. Invocaron, en términos absurdos, el principio este de la no injerencia, que se invocaba selectivamente según conviniera”, comentó.
“México parece que hizo la tarea o alguien les contó lo que pasaba en Nicaragua y sacaron junto a Argentina una declaración contradictora en donde llaman a los embajadores por los abusos que se están cometiendo. Yo celebro que México haya corregido pero no sé por cuánto tiempo”, acusó.
El director para las Américas de Humans Rights Watch dejó en claro que la vía contra Ortega y su régimen es incrementar la presión diplomática internacional, en donde las aciones de la OEA y la ONU son fundamentales.
“El secretario general de la ONU sí puede jugar un rol, hasta ahora ha estado bastante ausente, creemos que la naturaleza de la crisis sobre todo del impacto de refugiados y que otros gobiernos no intenten replicar la forma de Ortega, amerita que António Guterres lleve este tema al Consejo de Seguridad, y que envíen a un emisario para darle un ultimátum a este dictador”, comentó.