El primer ministro británico, Boris Johnson, urgió hoy a los líderes del G7 reunidos en Cornualles (suroeste de Inglaterra) a unir esfuerzos para mejorar la educación de las niñas en todo el mundo.
En la primera sesión plenaria de la reunión del grupo de democracias industrializadas, Johnson resaltó que asegurar la igualdad de oportunidades en la educación debe ser uno de los objetivos calve de la recuperación pospandemia. El coronavirus ha provocado una «crisis global de la educación sin precedentes» e impidió ir a la escuela a 1.600 millones de niños en todo el mundo en sus peores momentos, destacó en un comunicado el Gobierno británico.
Las niñas fueron las más afectadas, dado que la pandemia se sumó a los obstáculos que ya afrontaban antes, incluidos la «pobreza, violencia de género y los matrimonios infantiles», recalca esa nota. El Reino Unido anunció hoy una partida de 430 millones de libras (500 millones de euros) para contribuir a la escolarización en todo el mundo, especialmente de las niñas.
Los fondos se repartirán entre 90 países de bajos ingresos, en los que viven 1.100 millones de niños, durante los próximos cinco años. Con ellos, el Gobierno británico espera formar a 2,2 millones de profesores, construir 78.000 nuevas aulas y adquirir 512 millones de libros de texto. «El mejor modo de sacar a los países de la pobreza y liderar la recuperación global es invirtiendo en educación, particularmente en la educación de las niñas», afirmó Johnson.
«Es una vergüenza internacional que cada día en todo el mundo niños con enorme potencial vean negada una oportunidad para convertirse en titanes de la industria, pioneros científicos o líderes en cualquier campo», agregó.