Mientras el resto de México controla la pandemia, Cancún y Quintana Roo afrontan una “tercera ola” de COVID-19, según reconoce el Gobierno, y se han convertido en un foco rojo en medio la incesante llegada de turismo internacional.
Hasta ahora, Quintana Roo, en el Caribe mexicano, es el único estado del país que sigue en color naranja (riesgo alto) en el semáforo epidemiológico, debido a que enfrenta un aumento de contagios, principalmente entre personas de 24 a 46 años, situación que, de acuerdo con la Secretaría de Salud de México, se debe a que atraviesa una tercera ola de contagios.
Hasta el 28 de mayo, la entidad registraba dos mil 770 defunciones y 26 mil 752 casos positivos por coronavirus, con una mayor incidencia en los municipios de la zona norte, entre ellos Benito Juárez, que hospeda a Cancún.
Ante el riesgo de que retroceda a rojo (máximo riesgo) y con ello se regrese al confinamiento y el cierre de negocios no esenciales, el Gobierno de Quintana Roo ordenó estrategias emergentes para limitar la movilidad, la reducción de aforos en lugares públicos y la aplicación de medidas más estrictas en el sistema de transporte público, considerada unas de las principales fuentes de contagio.
Sin embargo, a consideración de turistas y ciudadanos locales, tanto en la ciudad como en la zona hotelera de Cancún la aplicación de las medidas sanitarias se ha relajado en espacios públicos cerrados como restaurantes y transporte.
En plazas comerciales y parques públicos es común observar grandes concentraciones, entre ellas personas sin cubrebocas, además de que no se respeta la sana distancia y tampoco se cumplen los protocolos básicos como la toma de temperatura y la aplicación de gel antibacterial.
En un reporte dado a conocer esta semana en Ciudad de México, el director general de Epidemiología de la Secretaría de Salud de México, José Luis Alomía , sostuvo que Quintana Roo “enfrenta una tercera ola de la pandemia”.
Señaló que, de manera coordinada con el Gobierno local, se implementarían medidas sanitarias más estrictas que incluyen restricciones a la movilidad en los espacios públicos.
Para él, las causas del incremento en casos positivos y también de defunciones se relacionan con la falta de vigilancia por parte de las autoridades en zonas de alto riesgo de contagio.
“Es una parte que al gobierno le toca ver, yo también como ciudadano he notado esa falta de interés de llevar los operativos o algún llamado urgente para no exista sobre cupo en el transporte público”, indicó.
Para el trabajador “hubo mucho desinterés” en un estado en el que destaca el sector turístico y del millones de familias dependen.